LIGA DE CAMPEONES | SEMIFINAL | BAYERN 1 - LYON 0
Ribéry la lía y Robben lo arregla
El francés vio la roja directa por una fuerte entrada a Lisandro en el minuto 37. En la segunda parte, después de la expulsión de Toulalan, Arjen Robben batió a Lloris con un fuerte disparo desde la frontal, que desvió Muller, y sitúa al Bayern a un paso de la final del Santiago Bernabéu.
Toda Europa estaba pendiente de él: aficionados, directivos, secretarios técnicos, entrenadores y, por qué no, también tendenciosos. Después de una semana complicada, en la que ha tenido que declarar implicado en un escándalo sexual en Francia, Franck Ribéry comparecía hoy sobre el terreno de juego para acallar bocas y vender al mundo su profesionalidad. Pero la lió. El francés mostró su peor cara y fue expulsado por pisar bruscamente la pierna de Lisandro López en el minuto 37 de partido. El colegiado Roberto Rosetti no dudó en echar del campo al genial jugador galo, que dejó a su equipo al descubierto. La acción fue tan rápida como desgraciada para el 7 del Bayern. Salió de una pared, perdió el balón y en su intento de recuperarlo se llevó por delante al argentino. Hasta ese minuto había sido el mejor de su equipo, estaba cumpliendo las expectativas y no parecía afectado por el caso que le ha llevado a los tribunales. Tocó, se ofreció, presionó y desbordó, pero lo estropeó en un solo segundo. Su caché se resiente, cada vez más. Y pudo ser peor si su amigo Arjen Robben no le hubiera echado una manita.
Aún impactados por la derrota del FC Barcelona y asombrados por la intensidad de la primera semifinal, nos encontrábamos ante un partido raro. Impropio de una semifinal porque es la primera vez que los franceses llegan a estas alturas, y porque el Bayern tenía en su camino al Manchester United. Pero el fútbol vive de lo inesperado y después de ganar al Real Madrid en octavos y al Girondins en cuartos, el líder de la Liga francesa viajaba a Múnich, en carretera, con la ilusión de refrendar su condición de equipo revelación y con el objetivo de tumbar a otro favorito, pero careció de profundidad, de empeño,de pegada, de juego, de recursos.
Asustó el Lyon con un tiro de Ederson y otro de Kallstrom en la primera parte, pero el dominio absoluto del partido fue para los de Van Gaal. Ni la expulsión de Ribéry, ni el desacierto de cara a puerta desmotivó al conjunto bávaro que, desde el primer minuto, buscó romper la defensa de Claude Puel, infranqueable hasta la expulsión de Toulalan (vio dos amarillas en apenas 5'). A partir de ese minuto, el 54', emergió la figura de Arjen Robben. El ex del Real Madrid heredó los galones del rebelde Ribéry y decidió el partido con un latigazo desde la frontal (68') para sumar su cuarto gol en la Champions. (Lo desvió Muller, pero la UEFA se lo da a Robben).
Más involucrado en un club que nunca, Robben se siente líder, protagonista, y su confianza se traduce en goles sobre el campo. Las lesiones le están respetando y se ha convertido en el jugador más decisivo de su equipo, incluso por delante del propio Ribéry. Hoy marcó un gol y estuvo cerca de ampliar su ventaja pero lo evitó el pretendido por los bávaros Hugo Lloris. Van Gaal ha conseguido mitigar el individualismo del holandés, que es querido por la grada y por sus compañeros y que apenas rechista cuando le sustituyen. Hoy amagó con protestar pero Van Gaal frenó su conato de ira cuando le quitó en el 84'. Es más feliz en Munich que en Madrid y eso se nota.
Si el Baryern no va a Lyon con la eliminatoria resuelta es por la irresponsabilidad de Ribéry; el desacierto de Muller, de Olic y de Mario Goméz; y la buena actuación de Lloris. Demichelis y Van Buyten apenas trabajaron. Lahm incidió por la derecha y el joven Contento cumplió por la izquierda, en sustitución de Badstuber. La otra ausencia, la de Van Bommel tampoco fue decisiva porque Schweinsteiger y Pranjic fueron los dueños absolutos del centro del campo.
Defraudó el Olympique de Lyon y defraudó Claude Puel. Ni con superioridad, los franceses mostraron la ambición que se le presupone a un semifinalista de Champions. El vértigo achicó al Lyon, que vivió el partido agazapado. Sin noticias de Lisandro, ni de Delgado, ni de Bastos, ni de Gouvu, suplente hoy quizás por su relación con la trama sexual de Francia. El Olympique fue al Allianz Arena a empatar y casi lo logra, pero lo evitó Arjen Robben, que está deseoso de volver a Madrid, al Santiago Bernabéu.