Muñiz cierra al público los entrenamientos

Cuando se llega a situaciones de tensión extrema, se suelen tomar decisiones drásticas. Y en esas anda el Málaga, en estado casi de histeria, con el olor a descenso en el cogote y la mayoría de la afición desesperada e impotente. Los seguidores malaguistas están siendo muy críticos con Juan Ramón Muñiz y su plantilla. Para evitar que ese lógico malestar de la gente afecte más aún al equipo, el técnico asturiano ha decidido cerrar las puertas de La Rosaleda.

Las sesiones se realizarán sin público durante toda esta semana. Al menos, eso es lo que está previsto y será así hasta nueva orden. La intención de esta medida es intentar evitar incidentes entre futbolistas y aficionados (como ocurrió tras el partido ante el Valladolid). Así espera que haya un clima favorable para preparar el partido ante el Mallorca.

Lo cierto es que ayer las caras no eran precisamente festivas. Más bien todo lo contrario. Sobre todo, las de quienes están más comprometidos con la causa. Ayer hubo una reunión exclusiva entre jugadores. Han decidido que pasado mañana tendrán un almuerzo y una sesión de paintball para hacer grupo. También mantuvieron otra charla con el técnico. Se espera que sirva de acicate para lograr un triunfo en Palma de Mallorca. Además, Fernando Sanz fue testigo de excepción del entrenamiento y mostró su apoyo al grupo ahora que está en horas bajas. Sandro le acompañó. Pero todo esto, sin aficionados delante...

No habrá concentración, al menos, de momento

Dentro de esta serie de medidas para impermeabilizar al equipo y aislarlo de críticas (al menos, en su trabajo diario), se planteó la posibilidad de realizar una mini concentración lejos del escenario habitual de La Rosaleda. De momento, desde el club se descarta esta opción, a la vez que se mantiene al margen de las decisiones del cuerpo técnico sobre el cierre de los entrenos al público.