Paso de gigante del Rayo ante un Murcia sin alma

Paso de gigante, zancada de siete puntos (los que suma, los que evita que sumen los grana, más el average) del Rayo de Miñambres en Nueva Condomina ante un Murcia que, seis semanas después, vuelve a la UVI, regresa a esos puestos de descenso que parecían olvidados en Murcia tras el arreón de los suyos entre enero y marzo.

Un error garrafal de Sergio Fernández (cosas del fútbol), el zaguero más fiable del Murcia puso en bandeja el partido a los de Felipe. Rubén Castro aprovechó con calidad, con toneladas de sangre fría el presente y por ahí empezó a marcar distancias un Rayo, que terminó jugando a placer. Que tuvo en su, a priori, complicada salida a Murcia el partido más cómodo del año (pretemporada incluida). Fue ponerse arriba, o para ser exactos, quedarse el Murcia por detrás y desmoronarse por completo el equipo de Jose, que hasta ese lance definitivo había creado cierto peligro al marco de Dani.

Paseo vallecano.

Nada más reanudarse el partido, Pelegrín, a la salida del primer córner botado por los madrileños, y tras un error en cadena de la zaga local, elevó a dos la cuenta. Las distancias que ya eran notables se volvieron siderales. Ángel, y sobre todo Movilla, empezaron a hacerse notar. Con el Murcia muerto, el Rayo empezó a tocar, a jugar un rondo a campo completo con un Murcia al que la segunda parte se le hizo eterna. Mientras los locales deambulaban como alma en pena, los franjirrojos volaban. Coke puso el 0-3 y sólo la solidaridad del Rayo, que levantó el pie, impidió que la goleada no fuera a más. Daba igual. Al Rayo le alcanzaba para respirar. Para marcar distancias con la ruina en la que está el Murcia.

Felipe: "Viendo el 0-3 parece fácil"

"Viendo el resultado final parece fácil, pero no fue así. Ha sido un partido muy complicado aunque es cierto que el tempranero gol de Rubén nos ha permitido jugar más tranquilos. Hemos tapado bien al Murcia".

Jose: "Es una derrota dolorosa"

"Que nadie busque culpables porque el principal soy yo. Esta derrota es especialmente dolorosa al haberla encajado ante un rival directo y sobre todo porque es la segunda consecutiva en casa. Hay que levantarse".