Trashorras no fue suficiente
El lucense brilló, pero no encontró socios. Garai adelantó a los vigueses y Pereira empató con un golazo. Los dos equipos dieron por bueno el punto

Muchos fueron los que se despertaron ayer con la penalización a Fernando Alonso por una salida demasiado fugaz en la línea de parrilla. Pues algo parecido le sucedió al Betis pocas horas después. Sergio García cayó lesionado de gravedad cuando no se había cumplido ni un cuarto de hora de juego y los verdiblancos, que hasta ese momento eran los claros dominadores del encuentro, empezaron a perder gas. El Celta aprovechó el bajón anímico de los béticos y se vino arriba gracias a la sensacional dirección de un genial Trashorras.
El festival del lucense comenzó a los dieciséis minutos. Recibió un balón dentro del área y sólo necesitó una milésima de segundo para pensar donde tenía que poner el esférico. Se lo entregó en bandeja a Cellerino y éste sólo tuvo que empujarlo a la red. Balaídos celebró el tanto, pero enseguida vio como el árbitro lo anulaba por un claro fuera de juego del argentino, posición en la que se quedó Gastón durante los noventa minutos. El delantero no hizo nada bien en todo el encuentro y el Celta lo pagó caro.
Ese tanto ilegal no sirvió para despertar a los andaluces y los de Eusebio siguieron a lo suyo. Los vigueses se adelantaron mediada la primera parte gracias a un saque de esquina botado, como no, por Roberto Trashorras. Mientras todos los rematadores celestes se aglomeraban en torno a Goitia, López Garai se quedó rezagado al borde del punto de penalti. La pelota le llegó en perfectas condiciones para conectar una preciosa volea, pero el vasco prefirió no correr riesgos y decidió controlar el cuero. Su disparo fue centrado y flojo, pero el meta verdiblanco colaboró para que el mediocentro marcara su primer tanto de la temporada e hiciera justicia en el marcador.
No se conformó el cuadro olívico con esa mínima renta y acto seguido se lanzó en busca del segundo gol. El Betis no era rival para los locales, pero el peor enemigo de los vigueses llevaba ayer la camiseta del Celta. Cellerino erró en un remate a bocajarro tras un gran servicio de Roberto Lago y poco después se interpuso en el camino de Trashorras hacia el gol. El mediapunta lo tenía todo a favor para fusilar a Goitia dentro del área, pero el argentino se entrometió y se convirtió en el mejor defensa verdiblanco. Si los sevillanos terminan ascendiendo por el punto logrado en Balaídos, Lopera debería incluir a Gastón en el listado para pagar las primas.
Mientras todo esto sucedía y los olívicos avasallaban a su adversario, Víctor Fernández se desgañitaba en la banda y no paraba de dar indicaciones a Achille Emaná. El camerunés le miró con cara de pocos amigos y parecía estar pensando: 'No me digas nada, que yo te voy a solucionar el partido'. Dicho y hecho. Cogió el balón un poco escorado a la izquierda, se burló de media defensa céltica y le entregó el balón a Jonathan Pereira como diciendo 'ahí la tienes'. Eso sí, no hay que restarle ningún mérito a la definición del vigués. Llegó desde atrás como un obús y fusiló a Yoel, que no pudo hacer otra cosa que mirar como la pelota entraba por la escuadra. Su cariño por el Celta le impidió celebrar el tanto con la euforia requerida, pero sí señaló su nombre en la camiseta, como recriminando la actitud de aquellos que le habían silbado durante el encuentro.
Locura.
Con el choque igualado, las pizarras se borraron y el duelo se convirtió en un auténtico correcalles. Los vigueses estaban ahogados y más de uno necesitaba una bombona de oxígeno para seguir en pie. De hecho, Bustos y Vasco tuvieron que ser sustituidos fruto del cansancio. Eusebio se vio obligado a agotar sus cambios y no pudo realizar el trueque deseado. Su intención era incluir a Joselu por un Cellerino que seguía sumando errores, pero el canterano se quedó con la miel en los labios cuando ya estaba preparado para saltar al terreno de juego. La segunda parte se convirtió en un partido de ida y vuelta, algo que ya manifestó el técnico celeste que no les interesaba, y el Betis se encontraba más cómodo. Jonathan Pereira, Emaná y Rodri tuvieron su oportunidad para darle la vuelta al marcador, pero entre Yoel y la defensa viguesa lo evitaron. Al final, los dos conjuntos se conformaron con el punto cosechado.
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