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Marcos Márquez

"No tengo que callar bocas; me siento querido por todos"

Es el altavoz más cualificado de la Unión Deportiva. Por ascendente y experiencia, su testimonio resulta obligado en tránsitos como el que ahora vive el equipo. En su condición de capitán, habla en plural, siempre con optimismo y en clave constructiva.

Ignacio S. Acedo
Marcos Márquez.
carlos díaz-recio

Desde la derrota frente al Rayo Vallecano todo han sido acontecimientos en la Unión Deportiva. ¿Cómo ha vivido lo que ha pasado?

No ha sido agradable lo que nos ha tocado pasar, principalmente porque ha venido por la mala marcha del equipo, a dos puntos del descenso tras algunas derrotas. Pero no podemos mirar para atrás, lo más importante ahora es recuperarnos y dar lo que tenemos para cambiar esta situación.

¿Intuía que Kresic estaba en su final?

No esperaba que lo despidieran, pero en el fútbol estas decisiones son normales. Los resultados marcan todo y, en este caso, no han sido positivos. Es más fácil echar a uno que a veinticinco. Aquí y en todos los equipos del mundo.

¿La plantilla estaba con Kresic?

¿Qué futbolista no va a querer ganar partidos, marcar goles, tener prestigio? ¿Qué futbolista sale al campo para hacer las cosas mal? Por interés colectivo e individual, es imposible que un profesional tire piedras contra su propio tejado. Aquí lo que ha pasado es que se han hecho las cosas peor de lo previsto, pero, seguro, en contra de nuestra voluntad. Lo hemos puesto todo con Kresic pero no ha podido ser.

Como en años anteriores, nuevos métodos a mitad de curso con otro técnico.

Sí, es lo que lo toca. Llevamos poco tiempo con Paco Jémez. No le conocía pero, de momento, se le ven unas ganas enormes de ayudar y sumar al grupo. A ver si todo va bien y salimos de abajo. Estoy convencido de que lo vamos a lograr.

¿No le aburre tanto cambio en el banquillo? Lleva cinco años en Las Palmas y ha sido testigo ya de ocho relevos.

Ni mucho menos. En anteriores clubes en los que estuve pasaba más o menos lo mismo. No siempre se consiguen los objetivos y los entrenadores son los más expuestos a todo esto.

Y, de nuevo ante un sprint final de campeonato con la Unión Deportiva en peligro de caer a la Segunda B, ¿no se arrepiente de haber rechazado ofertas que hoy podrían tenerle jugando en Primera?

Aquello pasó en su momento y para mí fue bonito, pero, por encima, está mi compromiso con este club, que siempre voy a respetar. Además, mi reto es jugar en Primera con Las Palmas y estoy seguro de que ese momento llegará, aunque parezca imposible. El año que viene lo volveremos a intentar.

Da por hecha ahora , entonces, la permanencia.

Por supuesto. No podemos ceder más, pero nos vamos a salvar. De eso que no le quepa la menor duda a nadie.

¿Está viviendo su peor año como profesional? No juega, pocos goles...

No está siendo un buen año pero ni para mí ni para nadie. Llevo pocos goles, pero tampoco he jugado tanto.

¿Hasta qué punto le duelen las críticas? ¿Cerrará bocas en el momento en que vuelva a marcar?

No tengo que cerrar bocas porque me siento muy querido por todos. Hay gente que me ha pitado, es verdad, pero un porcentaje mayor me anima siempre, en el estadio y en la calle. Y tengo el apoyo de mi familia y de mis compañeros.

¿Cree que la llegada de Paco Jémez puede devolverle al once?

Para eso trabajo. Eso sí, ahora lo más importante es ganar, salga quien salga.