Filipe podría volver a jugar frente a Osasuna

Filipe Luis parece empeñado en ganarle tiempo al reloj de su recuperación. El jugador brasileño, que ya había conseguido dejar las muletas veinte días antes de lo inicialmente previsto, dio ayer otro pase de gigante en su puesta a punto. En el último tramo del entrenamiento, que todavía realiza en solitario, el brasileño se quedó lanzando faltas. Hace un par de semanas que golpea el balón con fuerza, pero sólo lo había hecho con su pierna izquierda, la sana. Ayer, sorprendió a todos probando con su pierna derecha, en la que sufrió la brutal lesión el pasado 23 de enero. Durante casi un cuarto de hora, el lateral blanquiazul estuvo sobre el césped de Abegondo golpeando el balón sin resentirse lo más mínimo de su lesión.

Los médicos del club aseguran que el tobillo está "respondiendo de maravilla". Las sensaciones son tan buenas que si Filipe mantiene el excelente ritmo de recuperación que lleva, podrá cumplir la promesa que le hizo a Iraizoz justo después de lesionarse de marcarle "otro gol en San Mamés". El encuentro que enfrenta a los leones y al Deportivo en La Catedral es el último de la temporada, pero el brasileño podría estar en condiciones de jugar algunos minutos incluso antes. Así, las previsiones más optimistas hablan de que el jugador deportivista podría estar a disposición de Lotina para las tres últimas jornadas, con lo que su regreso se adelantaría al 5 de mayo, fecha en la que Deportivo visitará Pamplona.

Precaución.

A pesar de las buenas noticias, los médicos blanquiazules no quieren tirar las campanas al vuelo porque todavía hay que ir comprobando cómo tolera el tobillo derecho de Filipe una mayor carga de trabajo. Las primeras impresiones las pueden tener la próxima semana, cuando está previsto que el brasileño haga por primera vez parte del entrenamiento con el resto del grupo. Durante esa semana, Filipe sólo realizará junto a sus compañeros el calentamiento previo al inicio del entrenamiento y, poco a poco, en función de su respuesta, irá incrementando el ritmo de trabajo hasta poder ejercitarse como uno más de la plantilla. Cuando logre esto, recibirá el alta médica y la decisión de su reaparición pasará a manos de Lotina.

Si Filipe consigue cumplir estos plazos, su vuelta a los campos se producirá 18 días antes de que se cumplan los cuatro meses desde su lesión, la previsión más optimista para su regreso. Si lo logra, incluso se le pueden abrir de nuevo las puertas a un Mundial que parecía totalmente imposible. En este caso, la decisión estará en manos de Dunga.