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Liga Adelante | Córdoba - Numancia

El Arcángel y la presión contra el Numancia

Los sorianos nunca han logrado el triunfo en Córdoba

A. David Jiménez
<b>INMACULADO. </b>El Numancia nunca ha asaltado El Arcángel.

Durante la semana se hablaba de la última oportunidad del Numancia para engancharse al ascenso. Evidentemente, a nadie se le pasaba por la cabeza que el Hércules iba a caer en casa. Por eso, el conjunto rojillo pisará hoy el césped de El Arcángel sabiendo que los caprichos de la competición le ofrecen una vida extra. Hasta ahí, todo parece idílico para la hueste de Arconada. Su problema es que se va a enfrentar a un Córdoba ambicioso, sabedor de que aún no ha cerrado el objetivo de la temporada y que, visto lo visto, no tiene intención alguna de dilatarse para evitar la palabra problemas, que es una de las más utilizadas en su diccionario histórico. Además, el Numancia nunca ha ganado en Córdoba.

Incluso, el asunto se complica más a la expedición soriana si se atiende a su presumible alineación. Del Pino, Barkero y Flaño están sancionados. Además, Jaio, el goleador Goiria y Gurendez se han quedado en casa, por lo que el preparador rojillo tiene lo justo para componer su alineación.

El caso del Córdoba es bastante más alentador que el de su rival. Pero ya le tocaba, tras un curso aderezado por las lesiones. Alcaraz recupera a jugadores como Luque, Richy y Gerardo, y sólo Agus se cae por sanción, al margen de los lesionados Flores y Cabrera. Teóricamente, la ausencia del central manchego será solventada por Richy, mientras Gerardo recuperará su sitio en el costado diestro. El resto, los mismos, que funcionan. Incluso, hay quien habla por Córdoba que el ascenso está barato. Sin embargo, Alcaraz cede esa presión para el Numancia reiterando que su guerra es la de los 50 puntos. De ganar, estará en 45.

Navas y Díaz luchan por el Zamora y el Pichichi

Raúl Navas y Pepe Díaz llegaron la pasada temporada al Córdoba y a los dos les costó entrar en el equipo. Avalados por Emilio Vega, a quien se le criticó la gestión, uvieron que sudar mucho para granjearse el cariño de una afición que hoy los idolatra. Y es que el gaditano, con sus paradas, se ha convertido en una especie de salvador protagonizando acciones que parecen poco menos que imposibles. Por su parte, Díaz ha demostrado que lo suyo es el gol, facturándolo de muy diversa índole. Tal vez, así se explique que uno y otro, además de contribuir a la obra de la permanencia del Córdoba, también pugnen por alzarse con prestigiosos premios como el Zamora o el Pichichi.