"Se habla más de piques porque estamos mal"

¿Cómo están después de llevar cuatro derrotas consecutivas y lo que ha ocurrido?

Yo creo que bien. Estamos con ganas de que llegue el próximo partido para demostrar el equipo que somos y dejar atrás la mala racha.

¿Están picados?

No creo que la palabra sea ésa. Lo que pasa es que ahora se habla más de piques, porque da la casualidad de que esta semana hubo uno en un entrenamiento. A lo largo de una temporada es normal que ocurran estas cosas y aún así también es cierto que éste es uno de los equipos en los que menos roces hay.

¿Se refiere al roce entre Sergio y Bodipo por las entradas a Juan Domínguez?

Se comenta más, porque el equipo está mal, pero no se dice que luego a los diez minutos estaban dándose un abrazo y había quedado todo olvidado. Demuestra que el equipo está con ganas, que no ha bajado los brazos y que no le da todo igual. Estamos con ganas.

¿Qué sensaciones le dejó la charla de cerca de una hora que tuvieron todos con los técnicos sobre el césped?

El diálogo es importante y en este equipo siempre lo hubo, aunque quizás esta vez se extendió más de lo normal para conocer la situación en la que estamos y levantar el ánimo. Tenemos que darnos cuenta de que, a pesar de todo, estamos en una situación privilegiada. Mientras haya opciones, tenemos que darlo todo. Si ganamos, se hablará de Europa y si perdemos, de crisis y descenso; nos pasa siempre.

¿Cómo un equipo que en la primera vuelta era una roca, ahora parece que todos los rivales le pasan por encima?

Perdimos intensidad, ésa es la clave. Ya sabemos lo que nos pasa y debemos recuperarla; así es cómo podemos empezar a cambiar.

Por lo que ha visto esta semana, ¿cree que hay indicios de esa metamorfosis?

Claro que sí. Es que si no estaríamos destrozados y daríamos por perdidos los partidos que quedan. Si sólo hemos perdido la intensidad en cuatro partidos, está claro que la podemos recuperar.

¿Se llevaron más palos de los que merecían?

Con cuatro partidos y sin demostrar nuestro nivel, es normal que haya críticas, porque la gente quiere lo mejor para el Depor. Sólo se fijan en los últimos partidos.

¿Cómo está ante la posibilidad de ser suplente y tras ser cambiado ante el Getafe?

Esa sustitución en el descanso fue hace dos semanas y se sigue hablando. No hay que darle vueltas; me tocó y ya está. Debo estar contento, porque lo he jugado casi todo. Hay otros que también lo juegan todo, han sido cambiados y no se le da tanta importancia.

El jueves le probaron con los suplentes, ayer con los titulares. ¿Qué cree que pasará?

No lo sé. Lotina es el que decide. Si confía en mí, quiero ayudar al equipo.

Pero le tocaría volver a la banda derecha. ¿No le aburre tanto cambio de posición?

Yo lo quiero es tener minutos; me da igual. He jugado mucho ahí y no es mi posición, pero puedo pisar más el área.

Hay partidos en los que empieza en el centro, luego se va a la izquierda y acaba en la derecha. ¿No termina mareado?

No lo creo, porque ya estoy acostumbrado. Creo que lo importante en estos casos es saber cambiar el chip a la hora de defender y atacar.