Liverpool 4 - Benfica 1
Torres se reta con el Atlético
El español marcó dos goles, los de la tranquilidad, en la goleada del Liverpool ante el Benfica, que le sirve para entrar en las semifinales de la Europa League, donde se verá las caras contra el Atlético de Madrid.
El Liverpool revirtió el 2-1 de la ida ante el Benfica y con menos fútbol que efectividad ya está en las semis de la Europa League, donde se medirá al Atlético de Madrid, que defendió el 2-2 de la ida en el Vicente Calderón. El holandés Dirk Kuyt, en el 28', abrió la lata con un polémico gol, primero anulado y luego concedido por Björn Kuipers. Lucas Leiva y Torres, en dos ocasiones, completaron el pase a semifinales de la Europa League con tres goles a la contra. Cardozo dio el susto con el 3-1.
Rafa Benítez salió con todo y el Liverpool, demasiado plano, consiguió maximizar su fútbol para marcharse al descanso con la eliminatoria muy encarrilada (2-0). Cuando parecía que todo estaba resuelto con el tercero de Torres, el paraguayo Cardozo ajustó su cañón para poner el 3-1 y para asustar a Anfield en más de una ocasión. El delantero español Fernando Torres, otra vez, puso la tranquilidad definitiva y permitió a Benítez rotar a los suyos.
Kuyt rompió el partido con un gol de cabeza a la salida de un córner, que primero el asistente anuló y que luego el colegiado Kuipers concedió ante las protestas de los jugadores del Benfica.
Poco después, en otra jugada aislada del Liverpool, Lucas Leiva definió una contra perfecta dibujada por Benayoun y Gerrard. Demasiado premio para una primera parte espesa de los locales y excesivo castigo para el Benfica, que pudo recortar distancias por medio de Cardozo, a pase de Sidnei, al filo del descanso.
Los lisboetas, líderes de la Liga Sagres con seis puntos de ventaja sobre el Braga, plantaron cara a los de Benítez y tuvieron el control de la pelota de principio a fin. Martins, escoltado por el español Javi García, se adueñó del centro del campo (hasta que le quitaron por Kardec); Pablo Aimar se movió entre líneas como en sus mejores tiempos y Di María incidió por la izquierda, pero el Benfica careció de pegada y condicionó su sino a los aciertos a balón parado de Cardozo.
Todo lo contrario que el Liverpool, que en otra endiablada conbtra de cuatro toques, a la salida de una falta, puso el 3-0. Despejó la defensa, Gerrard lanzó a Benayoun. El israelí vio la subida de Kuyt por banda que se tiró como último recurso a por la bola y metió un meteórico pase de la muerte que remachó a la red el español Fernando Torres. Contra perfecta, de estudio.
El Benfica intentó seguir el ejemplo del Bayern ante el Manchester y con el gol de Cardozo de falta renovó ilusiones y alborotó la tranquilidad de Anfield. El paraguayo reventó la pelota en el gol y poco después, en una falta que puso el miedo en la grada.
Pero falló y el Liverpool se recompuso. Gracias otra vez a la velocidad y acierto del 'Niño' Torres que batió a Moreira (sustituyó al aturdido Julio César) con una sutil vaselina tras una nueva contra. El Atlético, en las semifinales, será el siguiente en padecer la ferocidad del que un día fue su icono.