"Hace 50 años, pero parece que el ascenso fue ayer"

Han pasado cincuenta años de aquel ascenso, ¿qué le parece el fútbol de ahora?

Es completamente diferente a lo que yo viví y jugué, los campos son iguales, el balón sigue siendo redondo y hay unos árbitros, pero para mí hay un problema enorme y es que el fútbol está demasiado mercantilizado, nosotros también jugábamos porque nos pagaban, pero hoy en día el fútbol es dinero, dinero y dinero, y es evidente que todo deporte profesional hay que pagarlo pero creo que está desmadrado, el tema económico se ha salido de madre y se ha perdido un poco la esencia.

¿Qué era el fútbol para ustedes hace cincuenta años?

Era una guerra que duraba noventa minutos y luego todos amigos que salíamos a cenar y a tomar unas copas, cuando yo llegué al Mallorca en 1959 en toda la plantilla había seis u ocho coches y nos repartíamos cuatro o cinco en cada uno para salir, teníamos muy buen equipo y además éramos muy buenos amigos, tanto que un día cada semana los casados nos invitaban a comer a los solteros, cada tres o cuatro a casa de uno.

¿Cómo recuerda la victoria 1-2 ante el Levante el 17 de abril de 1960?

Fue un día muy bonito, teníamos que ganar al Levante en su campo y que el Córdoba no le ganara al San Fernando y el Córdoba se pasó de listo retrasando su partido quince minutos, y al acabar nuestro partido pasé los peores minutos de mi vida sin saber si podíamos celebrar o no el ascenso, luego fue indescriptible, algo imborrable, yo en mi vida tengo dos recuerdos: el ascenso a Primera y el nacimiento de mi hija, son dos fechas grabadas.

¿Cómo era aquel Mallorca?

Técnicamente no éramos unos sobrados pero lo dejábamos todo en el campo y fue impresionante porque ese año acabábamos de subir de Tercera a Segunda.

¿Cómo les recibieron?

Habíamos ido a Valencia en avión y para la vuelta nos dijeron que había que hacerlo en barco porque nos esperaba mucha gente y cuando abrieron las puertas y pusieron las pasarelas, nos asustamos al ver a los miles de aficionados que desde el Paseo del Borne no podían llegar al muelle, nos cogieron a hombros y nos llevaron hasta el Ayuntamiento, y hace unos años me paró por la calle el hombre que me llevó a mí, resulta muy emocionante recordar todo eso, han pasado 50 años y me parece que fue ayer, me produce una especial satisfacción ver que aún se recuerda entre la gente.

¿Cómo era Palma?

El paraíso, yo vine por un año y llevo cincuenta, cuando llegué dije: de aquí no me voy; la isla era y sigue siendo una maravilla, el mar era diferente, yo venía de Zaragoza y el Ebro siempre bajaba con barro y aquí me encontré con un agua verde, era otra cosa, Mallorca era una maravilla, y lo sigue siendo.