Liga BBVA | Athletic
Ocio se infiltra con la idea de esquivar otra operación
El hombro del central ha mejorado, pero trabaja aún con molestias
Aitor Ocio siempre se ha caracterizado por su intensidad en cada acción en la que ha intervenido sobre el terreno de juego. Esa fe que pone en cada pelota dividida es la que está aportando en su recuperación del hombro derecho, que le trae por la calle de la amargura.
Fue operado tras la enésima subluxación hace más de cinco meses, el pasado 22 de octubre, y las molestias persisten. La estabilidad de la articulación es ya un hecho, después de ser fijada con siete grapas, pero otra cosa es forzar, entrar al choque con los compañeros, realizar giros bruscos... En ese aspecto, la situación no avanza. De ahí que haya hablado recientemente con Mikel Sánchez, el doctor que le intervino en Vitoria y al que visita con frecuencia, para poner remedio a la situación.
El nuevo plan consiste en realizar un par de infiltraciones de corticoides en la zona y dar paso a un trabajo específico. La primera ya ha sido hecha antes de las vacaciones de Semana Santa y el defensa percibe una sensible mejoría. No le garantiza, de momento, un gran avance, pero sí un cierto alivio. Sin embargo, se dan pasos atrás, como cuando el pasado jueves comprobó cómo un fuerte balonazo le dejó muy dolorido en Lezama.
Falta una segunda inyección, que se efectuará en los próximos días. Mientras tanto, Aitor Ocio trabaja como siempre muy duro para fortalecer la articulación.
En el caso de que no avance de manera notable en su recuperación, al gasteiztarra sólo le quedará la opción de volver a operarse, algo que se trata de esquivar porque tampoco garantiza una recuperación absoluta para volver al fútbol. Si ya en la intervención inicial se pudo comprobar que los ligamentos estaban seriamente dañados, ahora se trataría de actuar contra el hueso que provoca esos problemas funcionales.
Adiós a la temporada.
El dolor se ha reducido y el defensa quiere ser optimista, pero la amenaza de una nueva operación sigue ahí. Se da ya por terminada la presente campaña y el león quiere pensar en la siguiente, en la que termina contrato. Le gustaría ser útil al Athletic sobre el campo y va a pelear por conseguirlo. Si es necesario arriesgar con una nueva intervención, así será. No le gustaría ni mucho menos marcharse por la puerta de atrás del fútbol y mucho menos de su equipo.
El problema de Ocio viene desde hace una década y con el tiempo se ha visto que debió parar antes. La primera vez que se le salió el hombro fue jugando con la camiseta de Osasuna. A partir de ahí, ha vivido entre tres y cuatro dolorosos episodios por temporada.
La articulación dijo basta e incluso puso en riesgo su bienestar en la vida diaria. Sufría dolores hasta al coger a su niña. Casi nada para el oficio de central.
Mientras, disfruta del buen momento del equipo, con claras posibilidades de meterse en Europa, y con el crecimiento en su posición del joven Mikel San José, que está realizando una magnífica temporada en su estreno en Bilbao, aunque haya bajado su rendimiento en las últimas jornadas.