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Liga Adelante | Real Sociedad 1 - Hércules 0

El Hércules pega fuego al colchón

El equipo de Esteban, superado por un rival que puso más intensidad. La Real se acerca al ascenso. La ventaja sobre el cuarto podría quedar hoy en un punto.

Actualizado a
El Hércules pega fuego al colchón

El Hércules se desfonda. El duelo entre los dos líderes de la temporada resultó ser una batalla desigual entre un equipo que va lanzado hacia la Primera División y otro que arrastra una pájara monumental, de esas que se recuerdan durante muchos años. El grupo de Esteban lleva cinco partidos sin marcar y un punto logrado de 15 disputados. En este dato se podría basar esta crónica. Sin embargo, hay mucho que analizar. Este grupo se ha ganado durante meses la presunción de inocencia. Quizá durante esta semana los jugadores se crean aún con derecho a pedir el calor de la afición en el momento más complicado de la temporada. Sin embargo, es un hecho que el crédito está agotado y si no hay señales de vida ante el Huesca alguien debería dar alguna explicación coherente.

Y es que el Betis puede colocar esta noche el precipicio a sólo un punto cuando hace muy poco la renta era de 11. Fue entonces cuando el Hércules ya se creyó en Primera, justo antes del derbi. Se echó la siesta y cuando ha querido despertarse ya es tarde. El Hércules ha quemado el colchón y ahora se presenta desnudo ante una liga de 11 partidos, con una manada de lobos pisándole los talones y con ganas de hincarle el diente. De la reacción del bloque de Esteban dependerá la temporada y, quizás, el futuro del club. Si recapacita y vuelve a la senda de la primera vuelta, estos tropiezos quedarán en nada y todo volverá a ser de color de rosa. Pero si continúa con la caraja un minuto más, la campaña y el futuro de esta entidad estará en juego. No hay más excusas.

En Anoeta se perdió una ocasión única de enterrar la mala trayectoria. Era el lugar y el momento ideal para darle la vuelta a la tortilla. Pero Esteban y sus hombres escogieron la peor forma posible para pescar en casa del líder. El planteamiento fue demasiado conservador. La idea era que la Real tuviera el balón para recuperar y salir a la contra con hombres rápidos. Pero la elección de los jugadores no fue la adecuada. Farinós y los centrales ejecutaron la primera premisa: robar. Sin embargo, cuando el balón llegaba a Cristian y Del Olmo todo se volvía oscuro. El catalán apenas la vio y sigue sin aprovechar las innumerables oportunidades que le regala el Boquerón. Y el vasco estuvo negado. Ni creó ni destruyó. No tiene chispa y encima se lesionó.

La primera parte fue muy plácida para la Real. El equipo donostiarra comanda la tabla con holgura y ayer dio un pase de gigante hacia el ascenso. No es que sea una máquina engrasada y sin fisuras. Todo lo contrario. Tiene defectos y algunos saltan a la vista. Pero ponen la intensidad necesaria para que la inercia ganadora que atraviesan les lleve hacia el triunfo. Algo así hacía el Hércules hace no tanto. Pero eso ahora no basta. No es suficiente con 20 ó 25 minutos de concentración y algo de juego, en la segunda parte y cuando el resultado ya es adverso. Eso quizá valía cuando la inercia era positiva. Ahora hay que dar un puñetazo y cambiar esto de golpe. Y por lo visto ayer, o algunos cambian radicalmente su actitud y/o su aptitud o definitivamente deben quedar fuera de la lista para esta misión.

Errores.

La mejor ocasión del Hércules, en la primera mitad, ofrece una visión de lo que fue el duelo. En el minuto 44, Farinós sacó un córner, Zubikarai se la tragó y De la Bella casi se la mete en propia puerta. La Real, en cambio, generó ocasiones a base de apretar y poco más. Bueno tuvo la primera tras error de Farinós pero Calatayud salvó. Poco después volvió a quedarse mano a mano ante el meta malagueño. Lanzó una vaselina que dio en el larguero y Nsue, de cabeza, abrió el marcador. Las salidas de Gerardo y Tote dieron algo de aire fresco al Hércules. El asturiano tuvo la mejor oportunidad tras un taconazo de Tote pero ahora la suerte es esquiva y habrá que proponer algo más para salir del bache. Tampoco Rufete acertó tras una gran maniobra. La excusa de un posible penalti por mano de Rivas tampoco vale. Porque la Real fue mejor y pudo golear. En cinco días, examen casi definitivo.