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Liga BBVA | Vigesimonovena jornada

Multifútbol

Sudores pero victorias para los dos protagonistas de esta Liga bipolar, ya es más posible que Madrid y Barcelona lleguen totalmente igualados al clásico del Bernabéu. Los aspirantes a Europa se empeñan en ponerse obstáculos: perdieron Valencia, Mallorca, Sevilla y Depor. El Xerez sueña con la salvación.

Xabi Alonso

Diego Alves paró su sexto penalti

Incluso en la derrota destaca Diego Alves. Parar un penalti, jugar a ser Dios: de los 12 que le han tirado en España, Diego ha detenido seis. Otros dos se marcharon fuera. Ayer amargó a Nekounam en una pena máxima, a Aranda en dos manos a mano y a Pandiani en un balón que se colaba a tres metros de él, de esos que apenas recordamos detener al gran Casillas. Sólo el Rifle logró batirle y fue con un cabezazo imposible, que tocó el poste antes de entrar. Pero Alves tiene 24 años. Si es verdad que los porteros se hacen mayores a los 30, algún día también evitará goles de los que los incautos denominamos ahora imparables.

La exuberancia del venezolano Miku

Doblete de Nicolás Fedor, Miku, en A Coruña, así le gusta hacer las cosas a este venezolano, de dos en dos. Llegó de la tierra de las misses, los cantantes guapos y las salidas de tono de Chávez, de un lugar repleto de exuberancia y voluptuosidad. Miku aprovecha esa imponente presencia suya (1,86) para anticiparse a los defensas en el área, de esa manera anotó sus dos goles de Riazor. En agosto cumplirá sólo 25 años, pero la falta de sitio en el Valencia, que le fichó en 2002, le ha obligado a emigrar más que Kung Fu: Alcoyano, Salamanca Mestalla, Ciudad de Murcia, Nástic, Getafe. A Ángel Torres ya comienza a rentarle esta inversión, tan exuberante.

Las siete vidas de Gaby Milito

Anticipación, velocidad y colocación: las virtudes de Milito salvaron al Barcelona. Gracias al argentino, el equipo azulgrana ha mantenido a cero la portería ante Osasuna y Mallorca, y tiene la Liga a tiro a pesar de su evidente crisis de continuidad atacante. En verano, cuando Gaby aún no sabía siquiera si volvería a jugar al fútbol, Guardiola se dedicó a buscar otro central elegante, que manejara con soltura el juego de posición, y por eso insistió tanto en gastarse la burrada de los 25 millones en Chygrynskiy. Lento y nervioso, el defensa ucraniano se ha convertido en carne de grada, un gran bluf. Seguro que Pep se arrepiente. No esperaba el técnico culé que Piqué creciera hasta convertirse en indiscutible con la Selección ni tampoco, seguro, que Milito regresara a ese gran nivel que mostraba antes de caer gravemente lesionado. 18 meses se ha pasado el argentino en la enfermería pero, como cuando el Real Madrid desechó su fichaje, el desanimo no puede con él. Su moral de hierro tiene siete vidas.

Tiago: dos caras

El Atlético fió las esperanzas del derbi a la pegada de Kun y Forlán y también a la organización de un mediocampista que jugaba su primer partido de este tipo, Tiago. El portugués comenzó brillante: fabricó la jugada del 0-1 y le arrebató un gol cantado a Higuaín. Pero en la segunda parte se marchitó: rompió el fuera de juego en el 1-1 y perdió el balón como un infantil en el tercer tanto del Madrid. Dicen los psicólogos que para conducir un Fórmula 1 necesitamos desarrollar un punto de esquizofrenia. También para jugar los derbis, choques eclécticos en los que los futbolistas viven en una tensión absoluta que les pone al extremo de sus facultades. Sólo así se entiende la metamorfosis total de este futbolista diferente, que aprenderá que en partidos como el del Bernabéu no se puede parar ni para respirar.

Nilmar no sólo vive de sus goles

Le ha brotado la inspiración a Nilmar en el momento que más lo requería el Villarreal, durante esta recta final con multitud de aspirantes apelotonados en busca de Europa. Ante el Sevilla se le vio una rabona, un pase interior, un sombrero... Y dos pases de gol. El brasileño, fichaje estrella de los amarillos esta temporada, llegaba con la vitola de matador y se nos ha revelado más asistente y creativo que hombre que define en los metros finales, su gran aval en Brasil. Un delantero muy completo.

Diogo aprendió a marcar de zurda

Siempre existe una luz al final del túnel futbolístico, incluso para tipos de aparente moral frágil como el ex madridista Diogo. 19 meses después de romperse el dichoso cruzado, este espigado defensa regresó para conquistar de nuevo la banda diestra de La Romareda, para convertirse en otro de los muchos fichajes que el Zaragoza ha emprendido en su loco mercado invernal. A los 26 años, ese calvario de lesión evitó a Diogo el mal trago de jugar en Segunda, y también le dio pausa y madurez en la vida, en esa vida tan intensa y particular que son 90 minutos sobre un terreno de juego. El equilibrio le alcanza al charrúa para defender sin pasarse de revoluciones y para subir cuando el Zaragoza más lo necesita, así abrió la lata ante el Valencia. Fue un gol, además, impropio de él: lo marcó con la zurda.

Víctor sánchez, un buen polivalente

Central, lateral, interior o pivote. En todas las posiciones puede jugar Víctor Sánchez, cedido por el Barcelona en Xerez y comodín fundamental para el renacimiento del equipo ahora comandado por Gorosito. Ante el Valladolid, este gladiador de aspecto incombustible, al que comparan con Puyol, actuó de mediocentro con funciones ofensivas... Y cumplió con creces. La prueba más palpable la dio al aparecer por el área y hacer el tanto que inauguró la goleada azulina. La palabra polivalente es fuente de sospechas: hay multiusos que valen para todo pero otros muchos que, en realidad, no hacen bien casi nada. Víctor Sánchez apunta al primer grupo.

El personaje: Milito

Xabi Alonso apareció en el segundo palo para hacer el empate. Luego, más en su papel, se inventó uno de esos pases magníficos de cincuenta metros para habilitar a Arbeloa, que resolvió como el nueve más experimentado. Tal estado de protagonismo tiene su lado oscuro, ahí queda la mano tonta, ese penalti que le puso suspense al marcador. Ya te habías ganado el perdón, Xabi.