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Liga Adelante | Real Unión-Cádiz

El Cádiz filma un remake agónico en el Stadium Gal

Andaluces e irundarras se juegan ahora la permanencia

Álvaro Rivero
Víctor Espárrago
marcos

Todavía no ha pasado ni un año y aún resuena en las gradas del Stadium Gal el último ascenso del Cádiz. Aquella eliminatoria fue intensa y vibrante, con calenturas dentro y fuera del terreno de juego. Los dos equipos, como hoy, se lo jugaban todo. El Submarino, su futuro a medio plazo, y el Real Unión, el regresar a Segunda 44 años después. Hoy, aún con Iñaki Alonso en el banquillo irundarra, la gravedad del partido sigue siendo máxima. Está en juego la permanencia en la categoría que ambos se ganaron a sangre el pasado mes de junio, que sería un merecido regalo para el equipo vasco, y una cuestión de supervivencia para el andaluz, ahora en la antesala de un Centenario que debe ser feliz.

Espárrago no esconde la trascendencia del choque. El equipo está a cinco puntos de la salvación y después de haber sacado solo un punto frente al Rayo Vallecano, está ahora obligado a irse de la ciudad fronteriza con los tres para que la montaña no se convierta en una cordillera. Para ello, tendrá en su once a seis supervivientes de aquella ruda final. El Stadium Gal es un campo en el que se requiere contundencia y experiencia. Fleurquin, que debe ganar en ritmo, está señalado por los irundarras.

Batalla.

Iñaki Alonso no se ha visto, en esta ocasión, con la necesidad de atacar al rival, como sucedió tras el encuentro de ida de aquella histórica eliminatoria de la fase de ascenso. Ahora, las preocupaciones son otras. Primero, la tremebunda racha que llevan con sus últimas actuaciones arbitrales. A orillas del Bidasoa, la percepción es que se han perdido demasiados puntos por culpa de los trencillas. Por otro lado, hay respeto a lo que puede dar de sí hoy Diego Tristán. La sanción de Toedtli le ha abierto la puerta al de La Algaba, que tendrá a su lado, por la derecha y a modo de abrelatas, al joven uruguayo Jonathan Ramis, que entra por Enrique.

El Real Unión usará, por supuesto, sus armas. Un terreno de juego pequeño, la presión asfixiante de su grada norteña, la contundencia de Eneko Romo en la medular y de Gorka Brit en la punta de ataque. El Submarino se defenderá panza arriba. No le queda otra.

La expedición cadista, rumbo va Irún en tren

El conjunto amarillo, comandado por su entrenador, Víctor Espárrago, inició ayer un largo viaje en tren hacia la ciudad fronteriza. El viaje lo dividieron en dos partes. Primero, desde Cádiz a la madrileña estación de Chamartín, donde hicieron noche en el hotel anexo a la estación. Y a primera hora de la mañana, salieron hacia Irún, a donde tienen previsto llegar a las 14:00 horas.