Coltorti salva; Tchité desespera

Jugando el peor local frente a uno de los visitantes más flojos, el reparto de puntos estaba cantado. Y con Aduriz en el banquillo forastero y Tchité como referencia cántabra, el resultado sin goles tampoco extraña. Uno hace que su equipo sea dependiente de su talento y el otro le condena con sus gazapos. Ésa es la diferencia que marca los objetivos de uno y otro club y que señala el buen ojo de quien los fichó para un puesto determinante. Al menos nadie se fue disgustado a casa porque el 0-0 hace justicia. El conjunto de Manzano fue mejor al inicio y gozó de dos claras ocasiones (Castro y Ramis), mientras que el de Portugal hizo méritos después y pudo golear claramente hasta tres veces (Tchité, Tchité y Tchité).

Con este nuevo tropiezo, el Racing encadena ya seis encuentros sin ganar en El Sardinero, y lo peor de todo para su gente es que no se atisba mejoría. Escasean las soluciones. Con Luis García en el ostracismo, Xisco rebotado y Bolado en plena recuperación de sensaciones, el drama de esta plantilla es que deberá seguir dando cariño a quien más le desespera mientras aguarda a que llegue ese día inesperado en el que se reivindique y marque gol. Quizá el Domingo de Resurrección.

Reparto justo. El Mallorca siempre dio más sensación de peligro que el Racing durante el primer tiempo porque les distingue una sola cosa, aunque fundamental: la calidad. Mientras el equipo balear, con varios suplentes ayer, sabe rotar de banda a banda, alternar el pase largo con el corto, jugar entre líneas y entrar por bandas con mordiente y velocidad; el verdiblanco tiene como norma general una única salida a sus numerosas dudas: jugarla en largo aunque los destinatarios sepan hacer de todo menos brillar en el juego aéreo.

Gracias a este mejor manejo del balón, el Mallorca fue acreedor a la victoria durante más tiempo. Sin embargo, al Racing le valieron unos minutos de furia (la de Munitis y Diop) para optar a un premio mayor. Lástima que Tchité resolvió sus acciones con más miedo que confianza. En la primera, el burundés encaró a Aouate tras un pase de Diop al hueco. Pudo batirle o sortearle. Eligió lo segundo, aunque se equivocó: le recortó hacia su ángulo muerto, el izquierdo. Su disparo, raso y debilitado, fue desviado por Ramis en la línea de gol. Después tendría otra más fácil aún, con Canales como asistente de lujo, pero Memé calcó su torpeza, como viene haciendo desde hace casi cuatro meses.

Si el Racing no ganó fue por la mala fortuna de Tchité (gran despliegue, penosa finalización), pero si el Mallorca tampoco lo hizo fue, por este orden, por la gran actuación de Coltorti, por la mayor necesidad de su rival y por su falta de ambición. El punto le vale al menos para seguir en zona Champions y al Racing para continuar lejos del pozo; gracias a que hay tres equipos peores que él.

El detalle: Primer 0-0 en liga del Mallorca

El resultado de ayer es el primero que cosecha el Mallorca en Liga en toda la temporada. El equipo de Gregorio Manzano es el que menos igualadas tiene en su haber. La última la había logrado el pasado 24 de enero en Cornellà ante el Espanyol. Entonces, empató 1-1.