"El triunfo sirvió para reivindicar el liderato"

Jokin Aperribay era ayer un hombre feliz tras el reciente y extraño triunfo de la Real contra el Levante. El presidente era el reflejo del optimismo que se vive en toda Guipúzcoa con el encarrilado regreso a Primera: "No sé cuánto nos falta para subir, sólo pienso en que hay que ganar en Córdoba para seguir con esta moral. El último triunfo y la forma de conseguirlo deben servir para reivindicar que somos los primeros y los mejores".

En ese clima de alegría contenida, Aperribay repasó las jugadas polémicas del choque ante el Levante y no quiso criticar el dudoso penalti de Rivas a Xisco Nadal: "Cuando marcó Ansotegi estuve quieto, pero con el penalti me tuve que contener y a ver cuándo nos pasa algo así a favor. El arbitraje le dio un valor añadido a la victoria, pero acabé tan contento que no me ha dado tiempo a pensar en ello".

El máximo mandatario realista destacó el trabajo de todo al grupo: "Lo que más valoro es el esfuerzo y la concentración del equipo. A partir de ahí, los resultados son una consecuencia". Tampoco dudó en excusar la actitud de Lasarte en su expulsión: "En el túnel de vestuarios no pasó nada y todo fue lo que se vio en el campo. Me dijo que se equivocó, que la roja fue justa y no hay más que hablar del tema".

Baño de masas en Azkoitia

El triunfo contra el Levante ha desatado la locura en Guipúzcoa con la Real. El mejor ejemplo lo dio ayer el pequeño pueblo de Azkoitia, hasta dónde el primer equipo desplazó su entrenamiento para inaugurar el nuevo campo de hierba artificial. Los realistas se dieron un baño de masas con centenares de niños que casi no les dejaron bajar del autobús e invadieron el césped. "Ha sido increíble. Cosas así están dando mucha fuerza a la Real y ayudan a saber que es mucho más que un equipo. Es un icono de nuestra sociedad y hay llevarlo hacia delante", señaló Aperribay.