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Liga BBVA | Mallorca 4 - Atlético de Madrid 1

El EuroMallorca barre al Atleti B

Sin Kun, Simao, Tiago ni Ujfalusi y con Domínguez débil, no hubo color. Los locales, en Champions. La expulsión boba de Raúl García, clave. Perea se lió.

El EuroMallorca barre al Atleti B

El sueño de Champions del Atlético reventó con estrépito en Son Moix. Se encargaron de ello a partes iguales un estupendo Mallorca y la avalancha de bajas que el equipo rojiblanco había conseguido evitar milagrosamente hasta ayer, cuando cayó sobre él con todo el peso de la ley (de la ley y de los 47 partidos que acumula esta temporada, más que nadie). Agüero y Simao estaban sancionados, Ujfalusi viajó con molestias en la rodilla y ni siquiera se vistió, Tiago iba a ser titular hasta que recayó en el calentamiento y Domínguez acusó la gastroenteritis que arrastraba hace días y tuvo que ser sustituido en el descanso. Casi nada.

Y ante este Atleti B se lució un Mallorca A+. Año tras año, a Manzano le rompen el puzzle en verano y él lo rehace en cuestión de semanas. Sus jugadores siempre dan con él su mejor versión. Por ejemplo, Jurado brilló allí el curso pasado, pero ayer fue una versión menor de Borja Valero, su sucesor. Veremos qué sucede la temporada próxima con Mario Suárez, que regresará al Atleti, después de devorar sin aparente esfuerzo a la pareja Assunçao-Raúl García. Si el cambio de hábitat no le afecta, tendrá sitio.

Con ellos dos al mando, el dominio del Mallorca fue absoluto desde el inicio, aunque el primer gol llegara en una contra después de un córner a favor del Atleti en el minuto 10. Entre el Chori Castro y Víctor se bastaron para superar a un rival descolocado y en el que el mayor esfuerzo defensivo lo hizo Forlán evitando el primer remate, mientras Perea y Assunçao observaban pasivamente como el canterano bermellón marcaba al segundo intento.

El siguiente cuarto de hora fue un monográfico de paradas de De Gea tras despistes de su defensa, en la que sin el mando de Domínguez, Perea recuperaba su afición por liarse solo. Víctor, por dos veces, y Aduriz se vieron goleadores durante los instantes que tardó el portero en llegar a donde no se le esperaba. Se llevó cuatro, pero fue de largo el mejor de los suyos.

Y como suele pasar con el Atleti cuando más desconectado parecía, gol de Forlán. Estando gris, el uruguayo lleva 13 goles esta temporada, 115 en sus 200 partidos en Primera. Por eso mismo se espera más de él. Pero el empate fue un accidente breve. A los dos minutos la defensa visitante volvió a darse a la vida contemplativa y Aduriz cabeceó a placer un centro de Víctor.

La clave.

Sólo entonces reaccionó el Atleti, pero Corrales sacó sobre la línea un cabezazo de Domínguez y Aouate arregló el estropicio de Rubén, empeñado en competir con Perea, ganándole un mano a mano a Forlán. Pero tras el descanso, Raúl García se ganó una expulsión tan rigurosa como infantil en siete minutos y el partido se acabó, pese a que el Mallorca se confió y tardó en matarlo, dando una última bala a Forlán, que disparó alto.

Entonces apareció Perea para aclarar las cosas: fue a despejar un córner con la izquierda y pegó al aire mientras el balón chocaba con su otra pierna rumbo a gol. Cuando está de nones, es único. Como broche Mattioni marcó uno de los goles de la Liga, recordando a Mendieta y demostrando que cualquier equipo que no diseñe Pitarch tiene buenos laterales. Y así el Mallorca se metió en Champions, mientras el Atleti le miraba con impotencia y envidia.