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Liga BBVA | Málaga 2 - Villarreal 0

Vuelve el increíble Baha

Anotó dos golazos y tumbó a un Villarreal muy gris.

<b>DOBLETE DE BAHA. </b>Primer plano con Toribio (saltando), Apoño y Caicedo en el momento de celebrar uno de los dos goles del marroquí.
DOBLETE DE BAHA. Primer plano con Toribio (saltando), Apoño y Caicedo en el momento de celebrar uno de los dos goles del marroquí.m. pozo

Juan Ramón Muñiz definió a Nabil Baha como un jugador "al que todo entrenador desea tener en su equipo". Honesto, infatigable y trabajador silencioso, su fútbol, apreciadísimo por sus compañeros, pero poco brillante para paladares exigentes le granjeó las censuras de un sector de la grada, más receptivo a los fuegos de artificio de futbolistas explosivos como puede ser Forestieri. Ayer se reivindicó con dos golazos. Y no celebró ninguno. ¿Enfado con la afición? No. "Prefiero festejarlo de manera íntima con mi familia", fue su explicación. Pero en su fuero interno tiene ganas de demostrar a todos sus detractores que se han equivocado con tan agrias censuras sobre su fútbol.

Sea como fuere, sus dos goles dieron tres puntos de oro a un Málaga que, sobre todo en la segunda mitad, fue infinitamente superior a un decepcionante Villarreal, de quien esperábamos una apuesta por el buen juego y trato excelso del balón. Un equipo que ha sembrado señas de identidad y creado escuela. Ayer no fue el Villarreal. Desde el minuto uno se encontró incómodo y su combustible aguantó mientras tuvo fuelle el siempre brillante David Fuster. Después, nada. Un equipo con poca chicha y al que le cuesta horrores hacer goles fuera de casa. Para que se hagan una idea, les aportamos un dato: éste ha sido el partido más plácido que ha pasado Munúa esta temporada.

A los 36 minutos la grada se enfadó de lo lindo con Mejuto González porque no consideró como penalti una mano dentro del área del argentino Musacchio. No observó voluntariedad, pero el público le echó una buena bulla. Era acción punible.

Tras el descanso, el Málaga ganó en felicidad, velocidad y verticalidad con la entrada de Valdo y, sobre todo Baha, algo que no lograron los de Garrido con un Ibagaza que fue parado por Manolo o un Nilmar que apenas se dejó notar. El 1-0 mató a los castellonenses, que se la jugaron dando entrada a Rossi por Ángel. Senna pasó a ser lateral derecho. El internacional hispano-brasileño, que ayer jugó su partido número 200 en Primera División (siempre con su Villarreal) sufrió como nunca en su vida y el Málaga completó sus mejores minutos de la temporada en su estadio, en medio del delirio de sus incondicionales. Aquello pudo terminar en una goleada de escándalo, pero Diego López le hizo un paradón a Baha, que buscaba su hat-trick con un fenomenal disparo. Dos ocasiones del excesivamente chupón Obinna y un postrero disparo de Valdo que se fue desviado, por poco, salvaron a los de Garrido de llevarse una goleada que por cierto, no sería injusta a tenor de los méritos de unos y otros. Los malagueños están siete puntos por encima del descenso, frontera que marcan Tenerife y Valladolid. Al Villarreal se le escapa Europa. Y desde luego, si juega como ayer, no tendrá muchas opciones.