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Liga BBVA | Osasuna 1 - Racing 3

El Reyno vuelve a curar al Racing

Vence por quinta vez seguida en Pamplona. Flaño adelanta a Osasuna pero Colsa, Christian y Diop remontan. Ambos equipos siguen lejos del pozo.

<b>SENTENCIA. </b>Christian acaba de marcar el segundo gol y el equipo lo celebra por todo lo alto.
SENTENCIA. Christian acaba de marcar el segundo gol y el equipo lo celebra por todo lo alto.

El partido volverá a dejar un largo debate entre los puristas y los amantes del pragmatismo. Entre los menottistas y los que idolatran a Bilardo. Entre aquellos que sólo entienden que el camino de la victoria ha de estar plagado de triangulaciones y entre los que siempre recurren el fin para justificar los medios. Por eso, el bando fiscal alegará hoy que el Racing aburre cada vez más, que le encanta jugar con fuego y sin balón y que, por momentos, parece un plantel sin alma. O que, incluso, sigue contando con delanteros sin pegada y que, tras diez fichajes, puso ayer en Pamplona a una única novedad de inicio, Henrique. La polémica estará servida entonces, porque la defensa replicará recordando que el conjunto de Portugal deja el descenso a siete puntos tras una victoria trabajada pero eficaz y que acumula cinco alegrías consecutivas en el Reyno, dejando atrás su sequía y presumiendo de ser ya el cuarto mejor equipo fuera de casa. Decidan si disfrutar o sacar punta, todo es respetable.

Lo que está demostrado, y pone a una mayoría de acuerdo, es que este Racing tiene cuatro caras. Una en casa. Otra a domicilio. Una más que muestra cuando duda y se deja controlar por un equipo de su mismo pelo. Y la última la que saca a relucir en el momento en el que se ve contracorriente, con la soga al cuello, y entiende así que la contra en su mejor forma de vida. La ventaja de no saber a qué atenerse con este equipo es que las emociones siempre están servidas y uno espera alegría o decepción. Nunca hay calma. Sin embargo, esta rutina por la irregularidad desespera a más de uno. Sobre todo al que paga su abono en El Sardinero para ver siempre lo mismo y, luego, asiste a la mejor versión cántabra a cientos de kilómetros. Ahí se origina el malestar popular y ahí surge la falta de comunión entre grada y jugadores.

Colsa, clave.

Osasuna hizo ver todo de color negro a Portugal desde el inicio. Su obligación de dar muestras de recuperación tras los últimos malos resultados (dos puntos de 18) le nombró dueño del balón con cierto desorden en el centro y sin una gran referencia arriba. Sólo los mediapuntas, sobrados de clase, inquietaban a su rival. Y de qué manera. Masoud, el más cualificado de ellos, probó a Coltorti al empezar recordando a la vez que sin Pandiani no hay pegada pero que sin Toño sigue habiendo vida. Dady también tuvo su ocasión en el rechace antes de encaminar la enfermería y, aun así, el tanto se resistía. Hasta que Flaño dio en la diana. Canales inició la jugada con una pérdida repleta de inocencia. Masoud lanzó a Juanfran con clase y este envió un misil como centro que el central machaco a la red. Justicia.

El Racing visualizó entonces la tabla y entendió los problemas que el tanto suponía. Pudo mutar de estrategia, mover el banquillo o cambiar su actitud. Sin embargo, un zambombazo inesperado de Colsa tres minutos después fue lo que cambió todo, metió a los suyos por fin en la pelea y devolvió la depresión a Osasuna, que, desde entonces, cada vez que se acercaba a Coltorti en busca de respuesta hallaba una dosis más de infortunio y desesperación. Además de un posible penalti no señalado...

En el descanso debió haber algo más que masajes y refrescos. Osasuna salió abrazado al empate y el Racing paseó su ambición. Adelantó la presión, hilvanó más y mejor y supo buscar la pausa de Canales. Pero, de nuevo, una acción aislada (esta vez una falta) le puso en ventaja con un centro sutil y un remate de Christian con veneno. Desde ese momento, con la moral por las nubes, el Racing sí fue el de sus mejores tardes. Fuerte en defensa, correoso en el medio y mortal a la contra. Así, repelió las ocasiones de Camuñas y Juanfran con dos avisos de Munitis (gran pase de Iván Bolado en uno de ellos) y Diop dio la puntilla. Tres puntos inmerecidos según Osasuna y los puristas. Tres bombonas de oxígeno argumenta el Racing y los que sufren como él.

El Racing ya tiene el récord sin gol

El Racing llevaba 505 minutos sin marcar en Liga y, antes de empezar el partido, estaba a sólo 29 de igualar el récord que poseía esta temporada el Espanyol. El equipo verdiblanco superó ese registro ya que el tanto de Colsa llegó en el 34' (fue quien hizo el último tanto). De esta forma, la nueva barrera se queda en 539 minutos sin ver portería.