Los rojiblancos vuelven a tener quejas de Paradas

El Sporting brama con contra del antequerano Paradas Romero, colegiado que arbitró el partido jugado el pasado sábado ante el Real Madrid, en el Santiago Bernabeu. Los rojiblancos se quejan de jugadas puntuales que influyeron en el desarrollo del marcador.

Después de adelantarse en el marcador con un gol de Barral, el empate llega en una jugada que nació un una falta que Juan Pablo puso en duda que fuera, pero el portero sportinguista puntualizó "la mano de Van der Vaart no ofrece dudas". El cancerbero leonés subrayó que "se vio muy claro y tuve una reacción que no pude contener". Según agregó, "fue una decisión que nos descentró y ahí llegó el segundo gol".

Falta previa.

Antes de recibir el tercero, los rojiblancos también se quejan de una falta previa a Diego Castro en el área madridista. El jugador gallego recuerda que "hice un recorte y Arbeloa me sujeta para impedirme el movimiento". Según su criterio, "es penalti".

Mientras todos los jugadores que hicieron declaraciones tras el partido se quejaron de las decisiones de Paradas, sólo Preciado optó por no cargar en contra del colegiado, sin entrar en valoraciones. Tampoco Manuel Vega-Arango, presidente del club gijonés, eludió hacer manifestaciones sobre paradas. Una teoría que se prefiere aplicar en el club gijonés es la discreción con las actuaciones arbitrales, para descartar que haya represalias. En el seno del Sporting aún se recuerdan las actuaciones sufridas hace cuatro temporadas, cuando hubo manifestaciones públicas contra determinadas actuaciones arbitrales, que posteriormente tuvo un efecto negativo en contra del equipo gijonés.

Otros precendentes de triste recuerdo con el colegiado andaluza

Las actuaciones de Paradas Romero con el Sporting tuvieron numerosos errores de los que se quejan los rojiblancos. En la campaña anterior, una mano de Godín que no fue señalada acabó en el gol del triunfo del Villarreal en El Molinón. Hace dos meses, con la visita del colegiado antequerano en el campo gijonés, se le reclamó un penalti de Márquez a Bilic, así como permitir que la falta que precedió a la jugada del gol de Pedro se sacara a diez metros de distancia del sitio original, sin tener en cuenta la posible posición antirreglamentaria del goleador azulgrana. Posteriormente pasó por alto una falta que hubiera significado la expulsión de Pedro y una alevosa entrada por detrás de Leo Messi que dejó en amarilla, cuando el balón no estaba en posición de ser jugado.