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Liga de Campeones | Barcelona 4 - Sttutgart 0

La mejor versión del campeón

Messi lideró a un Barcelona que superó a un triste Stuttgart, liquidado en sólo 22 minutos

<b>OCHO GOLES. </b>Leo Messi rubricó ayer dos goles ante el Stuttgart y con ellos, el argentino logró ocho de los últimos nueve goles que consiguió el equipo dirigido por Pep Guardiola.
OCHO GOLES. Leo Messi rubricó ayer dos goles ante el Stuttgart y con ellos, el argentino logró ocho de los últimos nueve goles que consiguió el equipo dirigido por Pep Guardiola.enric fontcuberta / rodolfo molina

Fue todo tan sencillo y cómodo, que muchos podrían alegar que el Stuttgart en la Liga estaría en la zona media baja de la tabla, rivales que por cierto le han complicado mucho la vida al Barça esta temporada. Volvió la mejor versión de un campeón que sueña con estar dentro de 66 días en la final del Bernabéu. Liderado por un sublime Messi (otra vez) y por la electricidad de un colectivo enchufado desde el arranque, los alemanes se limitaron a llegar una sola vez (Cacau) al marco de Valdés para comprobar que Touré está fresco; Busquets, hábil (aunque acabó lesionado); Iniesta, vivo; Henry, motivado; Pedro, fino y Messi... ¿Messi? Monstruoso.

Una arrancada genial del Pulga (13') culminada con un zurdazo letal por la escuadra de Lehmman comenzó a serenar los nervios existentes en la grada; poco después fue Pedro el que cerró una larga jugada de ataque, en la que participó medio equipo y sirvió al canario para lograr su 17º tanto oficial de la temporada.

Gran arranque.

Fue entonces cuando los resoplos se tradujeron en alegría y el equipo comenzó a transcribir los partidos como antaño, liquidando al rival en un arranque sensacional y en el que los rivales, por mucho que cerraran espacios, lo único que podían hacer era acomodarse para ver de cerca el espectáculo.

¡Sí, sí, sí, nos vamos a Madrid!, exclamaba el Camp Nou cuando Messi hizo el tercero (tras taconazo de Alves, su gol 31 del curso en 37 partidos) y esperaba Ibrahimovic para salir al campo, que lo hizo para relevar al lastimado Busquets (sólo tiene una contusión). No pudo anotar el sueco, pero sí Bojan (asistencia de Ibra), que al minuto de salir al campo se reivindicó con una rabia desmesurada, estampando el puño derecho en el pecho. Fue la mejor manera de abrochar el pase y de mostrar al mundo la mejor versión del campeón.