José Antonio Culebras
"Ahora toca aprovechar el viento a favor"
Muchos meses de ostracismo le han servido para ponderar en su justa medida el valor que tiene sentirse importante en un club donde se siente como en casa. Normal que sea así porque Culebras es apreciado y querido por la afición. Y ahora también, un jugador que, por fiabilidad, cotiza al alza.
Su situación actual era impensable hace algunos meses...
Pues sí. La travesía ha sido larga, pero sabemos cómo va este deporte. Está claro que tu trabajo diario nunca lo puedes dejar a un lado porque va a haber un momento donde se te presente la oportunidad. A mí me ha llegado y trato de aprovecharla al máximo. Por mi bien, pero sobre todo por el del equipo.
Al final va a ser verdad que son usted y Héctor los refuerzos de invierno.
La verdad es que estoy también contento por él. Los dos hemos estado muchas veces fuera de las convocatorias. Y se sufre, sí, pero no se puede dejar nunca de lado la responsabilidad de entrenar al máximo y darlo todo. Por encima de nosotros está el equipo y, cuando no se juega, hay que ayudar también.
Cuenta el mismo Héctor y también otros compañeros como Aitor que se fijan en usted porque es el suyo un ejemplo de perseverancia.
Desde que llegué ya intentaba hablar y acercarme a los que menos participaban y les animaba a no desconfiar de sus posibilidades, pero siempre me quedaba la duda de que pensaran que se los decía desde una posición fácil, porque yo jugaba siempre. Ahora me ha tocado a mí ser de los que menos juega y sí que han visto que trato de ofrecer esa actitud positiva también cuando la situación mía no es fácil. No sé si creerán a veces que estoy medio loco, porque soy optimista incluso en los momentos peores, pero tengo claro que los bajones no te pueden durar más de un día. Al fin y al cabo, somos unos privilegiados, estamos en Primera y no está permitido el desfallecer. Nunca.
Durante los tiempos difíciles fueron muchos los que le apoyaron, especialmente desde la grada. ¿Es éste el momento de devolver tanta confianza, tanta ayuda desinteresada?
Siempre he estado muy feliz del apoyo que he tenido por parte de la gente, por esa confianza absoluta que han depositado muchos en mí. Las palabras cuentan, pero a mí donde me gusta hablar y dar las gracias es en el campo. Saber que has ayudado al equipo con tu trabajo es lo más reconfortante, y eso busco todos los domingos.
¿Cómo ve la situación del equipo?
Sabemos que nos quedan pocos partidos y que necesitamos rendir al cien por cien para conseguir el objetivo. No vale pensar en la posición de la tabla donde estamos ni las circunstancias que nos rodean. Yo creo que eso resta rendimiento.
De todos modos, el domingo el nivel de activación fue el adecuado. Ni se pasaron ni se quedaron cortos, e interpretaron el partido tal y como se debía.
Sí, y disfrutamos. Ya era hora de poder conseguir un resultado holgado y no sufrir hasta el último minuto. Ahora bien, no todos los partidos van a ser así y debemos estar preparados para marcadores más ajustados. Pero estamos muy vivos, vemos ya de cerca a los equipos que están por delante y ahora hay que aprovechar este viento a favor. Eso sí, siempre manteniendo el equilibrio y sin querer hacerlo todo en un día. Es el momento de creer en nosotros. Este equipo, si está bien, puede hacer mucho daño al rival.
Da la sensación de que el partido ante el Espanyol se empezó a ganar mucho antes, tal vez incluso desde el martes. ¿Cómo vivieron ustedes la semana?
Si te digo la verdad, el lunes y el martes traté de desconectar. Y eso que soy de los que gusta de estar informado. Habíamos perdido contra el Deportivo y, como habíamos vuelto a sufrir una derrota, las críticas iban a estar ahí. A partir del miércoles, en cambio, ya noté ese movimiento tan especial por parte de los que quieren al Tenerife. Creo que eso repercutió definitivamente en el ánimo de todos. Luego, llegado el domingo, el recibimiento a los jugadores fue espectacular y el ambiente, también. Si le vale saberlo a los aficionados, a los futbolistas nos llegaron sus ánimos, sus ganas de que todo saliera bien.