El vestuario admite que ya se ha tocado fondo

Cincuenta minutos de reunión, la más larga de la temporada desde aquella que sirvió para dar carpetazo, al menos momentáneamente, al caso de Raúl Tamudo. Mauricio Pochettino se vio ayer con sus hombres en una de las salas de la zona de oficinas de la Ciudad Deportiva. Junto al repaso del vídeo con los innumerables errores cometidos en Tenerife, algunas conclusiones: no se pudo hacerlo peor en el Heliodoro Rodríguez López. No hizo falta ni gritar. Los jugadores saben que se ha tocado fondo y que deben remontar el vuelo. No vale ni la psicosis fuera de casa ni que los rivales que van a llegar a Cornellà-El Prat son de primer nivel.

Para Pochettino, también para sus pupilos, faltó de todo: intensidad, orden defensivo y, como decía ayer algún jugador, "tocar el balón". El Tenerife derribó el entramado defensivo a base de pelotazos y rechaces, que siempre cayeron del lado de los locales. No hay ni más ni menos alarmas que las que deben haber, que son muchas teniendo en cuenta que el Espanyol está cinco puntos por encima del descenso pero en un estado de shock.

Al lógico mensaje de "unión y coraje" para doblegar al Sevilla se une otra lección tras el cónclave de ayer: hay que ser más efectivos en defensa. ¿Y cómo se logra? Tenerife dejó una evidencia que también comentaron los futbolistas. Es la que tiene al equipo preocupado, y que pasa por no tener las líneas tan separadas sobre el campo. Así no se puede presionar a un rival, ni se le puede quitar el balón. Afortunadamente, en Cornellà-El Prat no se vive tanto el agobio como a domicilio. Para unir fuerzas, la plantilla se juntará hoy para comer. En familia y en buena comunión.

Nada más ingresar en el campo, tras la reunión de 50 minutos, Mauricio Pochettino dialogó con Facundo Roncaglia. El técnico pasó la mañana de consulta en consulta con quienes fueron titulares en Tenerife. Luego se le vio charlando al margen con Dídac Vilà, Pablo Daniel Osvaldo, Joan Verdú, Iván Alonso y Luis García. Con el asturiano mantuvo el diálogo más extenso, durante cerca de un cuarto de hora.