Jurado desatasca a un Atlético espeso

Las ausencias de Tiago y Reyes se notaron en el Atlético de Madrid pero poco va a importar porque Jurado, con un golazo a última hora, disfrazó un partido espeso en una victoria trascendental en dos aspectos. Primero para seguir escalando posiciones en la tabla y acercarse a los puestos europeos. Y segundo, y más importante viendo la campaña, para almacenar moral en los octavos de la Europa League en un equipo con la reserva puesta por la cantidad de partidos esta temporada.

Ayudado por los pinchazos de la zona europea, el Atlético salió revitalizado para proponerse otra batalla, la de alcanzar Europa a costa de la Liga, pero tenía una papeleta de las buenas en el Calderón. Ni más ni menos que Osasuna, uno de esos enemigos de los que no quieres ni oír hablar por la zona del Manzanares. Especialista en reventar fiestas como la del Centenario, romper sueños coperos y elevar la temperatura ambiental. Quizás por todo esto, Quique reculó dando entrada al Kun, al que presumiblemente iba a reservar para el trascendental choque de Europa League ante el Sporting de Lisboa.

Y el argentino respondió desde el inicio, mostrándose ante los compañeros, sin escatimar fuerzas en la presión y tirando la primera piedra sobre la zaga pamplonica con desbordes desde la zona izquierda del campo. También levantó la mano Jurado como alternativa a Reyes y suyos fueron los primeros avisos de un Atlético dominador del cuero en los minutos pero Osasuna, sin sufrir en exceso, creció gracias a la buena organización de los de Camacho, a los puñales en las bandas con las permutas entre Juanfran y Camuñas y apoyados en el iraní Massoud, omnipresente una vez más en el Calderón.

Al Atlético le faltaba un punto de fútbol, ese pellizco que normalmente da la afición en momentos de espesura, pero los partidos del lunes pasa factura hasta en el Vicente Calderón, hoy menos poblado que de costumbre. A falta de creación, los de Quique Sánchez Flores tomaron el camino del balón parado y Antonio López tuvo la mejor ocasión del primer periodo tras un corner botado por Simao pero cruzó en exceso el cabezazo. Si no también se podía ver a Forlán haciendo la guerra por su cuenta con disparos lejanos e inofensivos para Ricardo.

El problema era claro y se podía presagiar antes del encuentro. Hoy en día sin Tiago ni Reyes, el Atlético de Madrid pierde quilates y sentido en el juego. Mientras los rojiblancos buscaban la forma de parchear las bajas, Osasuna se mantenía fiel a su estilo, el de atacar por los costados pero tampoco con la agresividad que normalmente desprenden los laterales osasunistas, hoy más pendientes de parar a Simao y Jurado que de doblar a Juanfran y Camuñas, aunque tampoco lo necesitaban porque ambos se bastaban para dañar al rival.

El partido despierta en la segunda parte

Será el bajón de los lunes, por la zona que ambos conjuntos ocupan en la tabla, pero lo cierto es que el partido al que nos tienen acostumbrados no estaba a las expectativas. Con todo eso acabó Perea a los ocho minutos de la segunda parte con una falta por detrás sobre Camuñas. En ese momento comenzó a hervirse el Atlético-Osasuna de los últimos tiempos. A partir de ahí se vio ritmo, entradas al límite y, como no, expulsiones, la que llevó a Simao al vestuario antes de tiempo por doble amarilla al dejar la pierna arriba en una entrada a Azpilicueta.

Viendo el cariz que estaba tomando el encuentro, Quique apostó por el despliegue físico de Ibrahima en lugar de Forlán. Con el espigado atacante en cancha, Osasuna tuvo su mejor oportunidad con un latigazo seco de Vadozc pero De Gea contestó con una gran estirada.

Fue un espejismo porque hoy tocaba proeza. Se fraguó cuando menos se esperaba y cuando más le gusta al Atleti, muy propio de este equipo. Y el encargado de disfrazar el pobre partido en ilusión fue Jurado, silbado en tramos del partido, con un auténtico golazo desde la esquina del área y con una rosca precisa para que el cuero entrara por la escuadra del meta de Osasuna. Triunfo vital para dos cosas, para seguir soñando con puesto europeos y cargar las pilas para la vuelta ante el Sporting de Portugal.