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Liga BBVA | Almería - Málaga

Muñiz tasa la moda Lillo

El mejor Almería, anfitrión de un Málaga sin Duda.

Muñiz tasa la moda Lillo
carlos barba

Juanma Lillo, hombre de verbo fácil, predicador del fútbol-arte, protagonizó un impacto brutal cuando llegó a la élite con el Salamanca. Entonces era casi un imberbe que sorprendía por su oratoria y sus innovadoras ideas futbolísticas. Pero su estela se fue apagando devorado por la ley de los resultados. Ahora, más maduro, vuelve a estar de moda. Porque las modas, todas, vuelven. Es cíclico. Como su figura, elevada también por ser el mentor de Guardiola. Lillo ha conseguido construir un Almería con identidad, con un vestuario implicado de pe a pa. Y además lo refrenda con resultados. En números es el mejor técnico rojiblanco en la Primera y tiene a su equipo a diez puntos del descenso. Nadie ha bajado teniendo tal ventaja a estas alturas. Pero hoy tiene su examen más difícil. Llega el Málaga de Muñiz con el colmillo retorcido.

Al Málaga, el borrón de la semana pasada ante el colista Xerez le ha azuzado. Tiene ganas de demostrar que es el bloque más compacto de la Liga. Un conjunto sin artificios, que vive de ser paciente, de minar al rival. Al más puro estilo del Depor de Lotina. Los malagueños ajustan los partidos, juegan a resultados cortos. Si se adelanta, no suele perder. Sin embargo, llega con menos potencial al derbi del Mediterráneo. Le falta Duda, que es medio equipo. Mete y regala más goles que nadie, ejecuta la estrategia, construye y da salida al balón. Ahora el Málaga tiene que repartir esas funciones. La construcción para Benachour y la salida por la vía Gámez. Se espera que Caicedo y Obinna asuman el gol. Pero está el talón de Aquiles de la estrategia. En principio, tiene a los otros especialistas en la reserva: Apoño y Albert Luque. Regresa el catalán de origen almeriense a una lista. Es el Duda de guardia...

Al Almería, más que el Málaga, le preocupan los halagos. El empate ante el Barça ha hecho que al mundo rojiblanco se le suba el guapo. Eso se traduce, en ocasiones, en una bajada de intensidad. Después de dar buena imagen ante el Barça, Osasuna o el propio Málaga lo han pagado.

Lillo estudia volver a su Almería original. El del 4-3-3. Pero ahora tiene las benditas dudas de contar con Corona y Goitom. Ambos condicionan el juego y dan matices diferentes a un mismo esquema, a una misma concepción. Así llegan dos equipos hermanos al derbi del Mediterráneo, que se está haciendo mayor.