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Liga de Campeones | Fiorentina 3 - Bayern 2

Una obra de arte de Robben mete al Bayern en cuartos

El conjunto alemán selló su pase en el Artemio Franchi ante la Fiorentina pese a la derrota por tres goles a dos. Vargas adelantó a los italianos en la primera mitad y Jovetic hizo el segundo tras el descanso. El tanto del montenegrino fue el primero de la lluvia de goles sufrida en la capital de la región Toscana, 4 goles en tan sólo 11 minutos. Los locales siempre estuvieron por delante en el marcador y rozaron el pase, pero un golazo del jugador holandés decidió la eliminatoria.

ABEL ROMERA
Actualizado a
<b>DECISIVO.</b> Arjen Robben marcó el gol decisivo que selló el pase del Bayern a cuartos de final.
DECISIVO. Arjen Robben marcó el gol decisivo que selló el pase del Bayern a cuartos de final.Reuters

El Bayern de Múnich selló su pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones a pesar de perder por tres goles a dos en el Artemio Franchi ante la Fiorentina. Locura es el adjetivo que mejor define lo sucedido sobre el césped. El encuentro tuvo numerosas alternativas en el juego y sobre todo en el marcador. Al borde de la media hora de partido Vargas adelantó a los locales y colocaba a los italianos en la siguiente ronda. Ya en la segunda mitad y en tan sólo once minutos llegó la locura. Jovetic puso más tierra de por medio con su tercer gol en la Champions de esta temporada. A los seis minutos, Van Bommel igualaba la eliminatoria con un zapatazo raso y ajustado al palo derecho de Frey. Menos aún, cuatro minutos, tardó Jovetic en poner por delante de nuevo a los suyos. La guinda a la fiesta de goles la puso Robben con un verdadero golazo que se coló por la escuadra derecha de Frey.

El error cometido por el árbitro noruego Ovrebo en el encuentro de ida al conceder el segundo gol del Bayern en claro fuera de juego, provocó que todos los ojos estuvieran centrados desde el comienzo del choque en el colegiado español Undiano Mallenco. El fallo en el gol de Klose tuvo como efecto que el Artemio Franchi se convirtiera en una caldera para recibir a los de Van Gaal. La Fiorentina, primer equipo italiano que disputó una final de Copa de Europa y que confió gran parte de su suerte a la puntería de Gilardino, pudo contar con todos sus hombres habituales. De Michelis y Contento fueron baja en el conjunto alemán, que contaba con 19 partidos consecutivos sin perder sumando sus competiciones.

El guión del partido estaba claro. El Bayern contaba con la ventaja mínima lograda en el Allianz Arena y el que estaba obligado a marcar para tener alguna posibilidad de acceder a cuartos era el conjunto local. Esa fue la razón por la que los de Prandelli entraron con más fuerza en el partido, eso sí, sin convertirse en dominador claro del choque y sin gozar de ocasiones claras de gol. El conjunto italiano, que mostraba síntomas de nerviosismo evidentes, se obsesionó con volcar su juego a la banda derecha, donde Marchionni mantuvo una lucha titánica con Lahm y en ocasiones con Ribèry. La Fiorentina necesitaba la mejor versión de Montolivo, Jovetic, Vargas y Gilardino para superar a su rival.

Las piezas de ambos conjuntos comenzaron a encajar al cuarto de hora de partido, momento en el que una buena jugada de Robben proporcionó la primera ocasión del Bayern. La respuesta de la Fiorentina no se hizo esperar y los locales llegaron dos veces de forma consecutiva al área de Butt sin fortuna. A medida que pasaban los minutos, el partido aumentaba de revoluciones y la Fiorentina cada vez se mostraba más rápida en sus jugadas, mientras que el Bayern hizo todo lo contrario e intentó imprimir un menor ritmo de juego al partido, algo que se podía volver en su contra en caso de gol local.

Lo que se observaba sobre es césped era impepinable, a la Fiorentina le faltaba oficio y le faltaba crear inseguridad en la zaga alemana con llegadas con peligro al área. Mientras tanto, el Bayern tenía el partido donde quería, marcaba bien los tiempos del encuentro y lo más importante, su rival no creaba ocasiones de gol. Y aún así, sin crear ocasiones de gol, el conjunto del Artemio Franchi se adelantó en el marcador al borde de la media hora de juego con un disparo de Jovetic desde la frontal y la colaboración de Butt y toda la zaga visitante, que dejaron que el peruano Vargas lograse su segundo gol en la Liga de Campeones y diera la vuelta a la eliminatoria. La lesión de Gómez, que tuvo que ser sustituido por Klose debido a un tirón muscular, fue el segundo contratiempo para el Bayern tras el tanto recibido.

A falta de diez minutos para el descanso, con el partido totalmente roto, el ex madridista Arjen Robben gozó de la primera ocasión de gol clara del partido. La falta de acierto del holandés y los reflejos de Frey evitaron el empate a uno con el estadio italiano ya enmudecido. Los últimos minutos fueron de absoluto dominio alemán, que intentó por todos los medios no marcharse a los vestuarios por detrás en el marcador y en la eliminatoria, pero con el equipo local encerrado atrás y sin querer saber nada del balón a los de Van Gaal les fue imposible lograr la igualada antes del pitido que indicaba el intermedio.

Locura de goles tras el descanso

Todo cambio en el inicio del segundo acto. El Bayern no hacía nada para buscar el gol y no funcionaba como equipo, funcionaba por rachas que no le daban lo suficiente como para crear peligro. Dos ocasiones de la Fiorentina, una primera de Marchionni y otra de Vargas, fue la antesala de una ocasión imperdonable que sí perdonó Gilardino solo ante Butt y tras los fallos de dos defensas alemanes. La Fiorentina, sin llegar, a hacer un buen juego creaba peligro y en cualquier momento podría aumentar la sorpresa que campeaba en el luminoso. Y así ocurrió, tan sólo cinco minutos después del fallo de Gilardino, Jovetic no desprovechó la ocasión desde dentro del área para subir el segundo gol local al marcador.

El colchón de tranquilidad que ofrecía el resultado para la Fiorentina disminuyó de un plumazo en tan sólo seis minutos, el tiempo que tardó Van Bommel en aprovechar una pérdida de balón local en la medular para hacer el primero de los alemanes con un zapatazo raso y colocado al palo derecho desde la frontal del área de Frey. El gol animó a los de Van Gaal, que merodearon durante varios minutos las inmediaciones de la meta local. Esto fue así hasta el momento que volvió a surgir una conexión entre Gilardino y Jovetic. El italiano se encargó de habilitar a su compañero para que el montenegrino lograra el tercer tanto italiano. En el Artemio Franchi estalló la locura y la Fiorentina, que se encaminaba al cielo, no llegó a él. Un zurdazo de Robben en el mismo minuto desde fuera del área se coló por la escuadra derecha de la portería local para encaminar a su rival a un destino bien distinto, el infierno.

Los italianos intentaron la remontada y los alemanes la sentencia hasta el último suspiro. El Bayern se cuela en los cuartos de final de la Liga de Campeones tras una sufrida eliminatoria ante la Fiorentina y en la que, finalmente, sí influyó el error del noruego Ovrebo en el segundo tanto alemán en el encuentro de ida disputado en el Allianz Arena.