Liga BBVA | Deportivo 3 - Tenerife 1

Guardado rinde al Tenerife

Juanlu adelantó a los isleños. Una asistencia y un gol del mexicano dieron la vuelta al partido. Los de Oltra jugaron bien, pero... . Colotto sentenció

<b>DOMINANDO LAS ALTURAS. </b>Aranzubía bloca un balón aéreo con presencia amenazante de Culebras, mientras, Bodipo, Colotto y Adrián observan la jugada.
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Andrés Guardado jugó en la madrugada del miércoles al jueves un amistoso con México en Pasadena (Estados Unidos). El azteca se pegó una paliza de 10.660 kilómetros para llegar al entrenamiento del viernes en A Coruña con un jet-lag de caballo. Desde el principio Lotina aseguró que iba a jugar porque el equipo lo necesitaba, y vaya si fue así. Primero el Principito sacó un preciso centro desde la izquierda para que Juan Rodríguez contrarrestase el gol inicial de Juanlu. Después, en el segundo tiempo, marcó un señor gol con un zurdazo desde fuera del área que valió para sellar la remontada.

Al de Meñaka le funcionó la lectura previa del partido, pero no así a Oltra. El técnico chicharrero había dicho antes del encuentro que la clave en Riazor pasaba porque el Deportivo no se adelantase en el marcador. Y no sólo no lo hizo, sino que fue Juanlu el que puso por delante a un Tenerife que se había adueñado del centro del campo y del fútbol. Un gran Ricardo, bien secundado por Richi, movía el balón de aquí para allá, de allá para aquí; de la banda derecha a la izquierda. El fútbol combinativo de los de Oltra contrastaba con el patadón y tentetieso del Deportivo.

La apuesta para salir del apagón analógico en el que está sumida la creatividad blanquiazul en esta segunda vuelta, pasó en esta ocasión por apostar por dos delanteros: Adrián y Bodipo. El resultado futbolístico fue nulo, pero de la nada, de un rechace a una jugada a balón parado, el Deportivo se metió en el partido. Guardado centró a la perfección, Aragoneses se quedó plantado bajo palos y la casta y fuerza del multiusos Juan Rodríguez hizo el resto.

Diez minutos antes, Lotina había puesto a calentar a Valerón, Iván Pérez y Lassad en busca de magia. El elegido fue el Flaco, pero el cambio tuvo trastienda. El sacrificado fue Bodipo, pero la idea del técnico era sentar a Pablo Álvarez hasta que alguien en el banquillo (sin identificar) le dijo que el sevillano estaba mareado. El rebote de Bodipo tras el cambio fue monumental, pero visto lo visto en el segundo tiempo, quizás al final hasta fue un acierto.

Aranzubía y Nino.

La entrada de Valerón tuvo influencia en el segundo tiempo, pero antes de que esto ocurriese, la dinámica del partido seguía igual: dominio del Tenerife. El genio canario perdió un balón en la media que terminó en un pase en profundidad que dejó a Nino solo ante Aranzubía. El delantero remató con dureza y el riojano, el portero que más paradas hace en la Liga, despejó el balón con la cabeza a córner. El Tenerife pudo adelantarse de nuevo antes del descanso, perdonó, y lo terminaría pagando.

La entrada de Valerón se comenzó a notar en el segundo acto. Poco a poco los pelotazos fueron pasando a combinaciones a ras de césped, y dar más de tres pases seguidos comenzó a dejar de ser un misterio. El Flaco se asociaba con Guardado o con Adrián, que cada día deja más detalles pero que sigue peleado con el gol. Así llegó el segundo, después de un pase del Flaco, una buena dejada del asturiano y un disparo seco y preciso de un Andrés Guardado que consiguió rendir a un Tenerife que, por debajo en el marcador, ya no volvió a inquietar.

Otra vez Colotto.

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Lo cierto es que los de Oltra fueron mejores en los colectivo, pero en lo individual, en lo que termina por decidir los partidos, se llevó el gato al agua el Deportivo. Colotto, un central con vocación de delantero, sentenció el partido con un golazo de calidad y clase, propio de un auténtico 'nueve'. El argentino marcaba su tercer tanto de la temporada precisamente ante el equipo con el que se estrenó: el Tenerife. En el Heliodoro su tanto sirvió para sumar tres puntos, el de ayer para evitar sufrimientos finales.

La victoria le vale al Depor para seguir paseando por Europa, un objetivo que sin dudas pasa por Riazor. El Tenerife, con dos puntos como visitante en esta Liga, no puede fallar nada en casa, pero como no comience a rascar algo lejos de la Isla, el descenso pasará de pesadilla a dura realidad.

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