Rivera mide al Mallorca

El Mallorca tiene ganas de revancha ante la visita del Sporting. En la isla no se olvida el 4-1 de la primera vuelta, la derrota más abultada que ha sufrido el conjunto bermellón en lo que va de Liga. Para frenar a sus rivales, el equipo gijonés cuenta con Rivera, un veterano que en cada confrontación hace un extraordinario desgaste, sin que se le note el paso de los años, ni el peso de los partidos. Con el de esta tarde serán 200 en Primera División, en el fútbol español.

Pasó tiempo desde que debutara en las filas del Real Madrid, para figurar todavía como el jugador más joven que se vistió por primera vez de blanco y marcó un gol. Rivera está curtido en muchas batallas, con pasos por el Numancia, Olympique de Marsella, Levante y Betis, aunque la confianza la ha encontrado con Preciado. Es uno de los pilares de los visitantes en el Ono Estadi y se moverá por la zona de Borja Valero, otro jugador formado en la cantera madridista y con pasado en el extranjero, en este caso en la Premier.

Rachas. El Mallorca aspira a ganar y mantener la racha de invicto en su campo, sólo rota por el Sevilla. Un triunfo permitirá a los baleares, afincados en posiciones de UEFA, mirar los puestos de Champions. En el caso del Sporting, en una de sus mejores rachas, tras dos triunfos seguidos y un empate ante el Valencia, tiene como premisa conservar el colchón de diferencia con los puestos de descenso, que ahora es de once puntos que transmiten una buena dosis de tranquilidad.

Manzano tiene la baja de Ayoze, con Corrales como alternativa, y Preciado no podrá contar ni con Lora ni con Diego Castro, que serán sustituidos por el mallorquín Sastre y Kike Mateo, además de guardarse la sorpresa en la manga con la posibilidad de dar entrada a José Ángel por Canella, que sería una sorpresa, aunque no es descartable.

Ambos técnicos tienen un balance equilibrado en sus enfrentamientos personales en los banquillos, con dos victorias cada uno y un empate. Los triunfos del rojiblanco fueron en el banquillo del Sporting y los del jiennense, en el Mallorca. El conjunto balear tiene a su favor la estadística casera, el factor campo y una distancia en la clasificación. El Sporting lleva una marcha demasiado irregular que le permite pensar que todo es posible, aunque las apuestas sean más favorables a su rival.