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Liga BBVA | Valencia

"He ganado títulos, pero ahora sí me siento importante"

David Navarro pasa revista a su larga trayectoria en el club ché, con un 'exilio' de dos años en Mallorca incluido. Benítez, Manzano, Ayala, Unai... Muchos nombres propios que repasó con AS, Radio Valencia-SER y CuatroTV.

Chimo Masmano
David Navarro
reportaje fotográfico: alberto iranzo

Nunca es tarde. Jugar en el Valencia es muy complicado porque es uno de los grandes de España, pero ahora sí estoy consiguiendo ser alguien importante aquí. Por eso, éste es el momento más bonito desde que juego en mi club de siempre porque, pese a haber ganado títulos, ahora me siento protagonista y eso es lo más grande para un futbolista. Además, tengo más confianza para dirigir esta defensa". David Navarro pronuncia estas palabras visiblemente emocionado, con ojos casi vidriosos, lo que denota que detrás de ese escudo humano de 189 centímetros que posee el Valencia en su defensa, con una dureza que evoca a los Altos Hornos que hicieron de su localidad de origen, el Puerto de Sagunto, uno de los enclaves de la industria pesada en los 70 y 80, también hay un rinconcito para la emotividad ocupado por su mujer, su hija Vega y por Lara, su segundo retoño, a quien espera para antes de que acabe este mes. Pero también se emociona cuando echa la vista atrás y revisa el peaje que le ha tocado pagar para alcanzar su sueño de niño: "Es lo bonito del fútbol, que las cosas cambian de forma radical de la noche a la mañana. Me vino muy bien irme dos años a Mallorca para madurar y volver con ganas de ser importante. Ser padre cambia mucho y te hace madurar a la fuerza. Pero, además, jugué, que es importantísimo".

Después de los dos años de 'exilio' en Palma, a Navarro le tenía guardado su premio el verano de 2009: "Emery me dijo que sabía que tenía ofertas muy fuertes pero me pidió que me olvidara de todo porque iba a jugar en el Valencia. Yo me había movido porque se sabe que había una lista de jugadores que el club necesitaba sacar y yo estaba en ella. Pero esa conversación con el míster lo cambió todo". Además, la salida de otro canterano como él iba a resultar fundamental para Navarro: "El club me dijo de un día para otro que me quedaba, porque habían vendido a Albiol al Madrid. Sabía que, con la salida de Raúl, había más opciones, ya que él era un jugador que estaba muy consagrado aquí y era muy difícil quitarle el sitio. Su salida me ayudó".

Visto lo visto hasta ahora, Navarro puede decir que le ha ido bien quedándose pese a contar con ofertas suculentas. Sin embargo, no puede decir lo mismo de otras experiencias parecidas: "Si hay algo de lo que me arrepiento es de no haber forzado una salida antes, porque en la segunda temporada de Quique tuve dos ofertas muy buenas del Liverpool y del Sevilla, hablé con él y me dijo que me quedara porque iba a ser importante. Luego, jugué muy poco".

Si hubiese cuajado la operación en verano de 2006, Navarro se habría reencontrado con quien le lanzó a la élite en una cita muy especial: "Fue mi primer partido de titular con el Valencia y me tocó bailar con la más fea, porque todos conocemos la calidad de Ronaldo y, además, estaba en un gran momento. Pero fue crucial que, durante la semana, Benítez se pasase los días hablándome de él, pidiéndome que le dejara siempre la banda y todo se cumplió. Es el partido más completo que he jugado en toda mi carrera y el más especial en lo personal". Es aquí donde Navarro pone un nuevo ejemplo acerca de la pasión 'enfermiza' de Benítez por todos los aspectos que se deben controlar desde un banquillo: "No sé si lo haría con otros, pero a mí me mandaba toda la táctica por e-mail. Yo no tenía cuenta y me tuve que abrir una por él. Sin duda, Rafa es el que más me ha enseñado".

Benítez es uno de los técnicos que marcó su carrera, como también Gregorio Manzano. "Me ayudó en un momento muy difícil y siempre se lo agradeceré", indica Navarro sobre un técnico que flota en el ambiente en Valencia cuando se habla de la continuidad de Emery. Así, es una voz autorizada a la hora de analizar a estos técnicos: "Son diferentes. Quizá Unai sea más moderno, pero Gregorio sabe enchufar muy bien a los jugadores psicológicamente. Gregorio siempre me dice que le gustaría venir aquí pero Unai está haciendo las cosas bien y lo más normal sería renovarle".

Paso del tiempo.

Navarro formó parte, aunque no fuera con un papel de protagonista, del Valencia de principios de siglo, que se caracterizó por ser una 'roca' defensiva. "Con Benítez, recuerdo que corríamos todos. Bastaba con ver los datos personales de cada jugador para comprobar que, incluso, los delanteros hacían más kilómetros que los de atrás. Con esto queda claro que un buen sistema defensivo lo hace todo el equipo, no sólo los defensas", explica el del Puerto de Sagunto, quien hilvana aquel sistema defensivo con el actual: "Ya se han corregido los problemas que teníamos. En los primeros partidos era un vaivén y un correcalles pero ya está mejor la cosa porque no hay tanta distancia entre líneas. Aunque lo que me preocupa ahora es que no estamos acertados en los primeros minutos de cada partido fuera de casa. Y debemos estar todos metidos porque es un problema de mentalidad que se tiene que corregir ya".

Pero no radica en la defensa la única diferencia entre el Valencia 'dorado' y el actual. También ha cambiado el contexto: "El Barça y el Madrid no estaban tan fuertes como ahora. Así se entiende que llevemos una trayectoria similar a aquel Valencia y la distancia con los dos de arriba sea tan grande".

Objetivo.

Mucho se ha hablado en los últimos días sobre los problemas que tiene el Valencia para ganar a los grandes en sus campos. "Prefiero perder esos partidos contra ellos y acabar terceros. La Liga va a ser para el Barcelona o el Madrid, porque hay que ser realistas, ya que pensar que podemos tener posibilidades de competir con ellos es no tener los pies en el suelo. Nuestro objetivo debe ser ir a la Champions y si puede ser como terceros, mucho mejor", subraya un Navarro que tiene clara la llave: "Tenemos ocho finales en nuestro campo y, si Mestalla está como el día del Brujas, saldremos con un gol a favor, porque así debe estar nuestra afición y no pitando en el minuto 10".

Así se expresa un hombre con los pies en el suelo, un jugador que tuvo la fortuna de 'beber' de las mejores fuentes en el vestuario ché: "Cuando subí daba miedo el vestuario porque estaba repleto de gente veterana que había recorrido mucho fútbol. Y eso se respetaba mucho más que ahora, te hacía callar y trabajar más, ya que sabías que, si hacías algo mal, te iban a meter caña". Pero Navarro admite que los tiempos "han cambiado" y ensalza a sus compañeros actuales: "El vestuario es muy bueno. El del Valencia siempre será complicado, porque es un grande, pero este año yo me he encontrado un vestuario muy familiar parecido al del Mallorca".

Inter y la Roja.

A Navarro le acompañará siempre aquel puñetazo que le propinó a Burdiso después de un Valencia-Inter, en 2007, que terminó en tangana. "Es el peor momento de mi carrera, pero por suerte ya lo tengo olvidado y ahora casi me lo tomo a risa, después de que hubiese unos meses en que lo pasé muy mal". Y, en su memoria, también hay sitio para la Selección, con la que llegó a estar convocado pero se quedó sin debutar: "Fue el año que más partidos había jugado en el Valencia, con Ranieri, y recuerdo cómo fue la jugada que lo cambió todo, pues fue un sprint con Torres en el que me rompí. Aguanté tres días entrenando con una rotura muscular, por lo que suponía jugar con la Selección, pero al final no pude más y me quedé sin jugar contra China en Salamanca". De manera que la Roja es para él una asignatura pendiente que no descarta aprobar algún día: "Es muy difícil, porque mi puesto está muy bien cubierto, pero creo que ya ha quedado claro que esto del fútbol da muchas vueltas". Bien puede decir esto un David Navarro que ha demostrado con creces ser capaz de alcanzar, trabajando duro, sus objetivos. Y entre éstos hay uno que le hace ilusión: "Mi sueño es retirarme en el Valencia. Ojalá lo logre". Dicho queda.