Balic recuerda con orgullo su paso por el Madrid en su estreno como técnico

El ex futbolista bosnio Elvir Balic acaba de estrenarse como entrenador asistente de la selección de Bosnia cuando se cumplen once años de su fichaje por el Real Madrid, una página de su vida que recuerda con gran orgullo aunque también con algo de tristeza.

Su debut como entrenador terminó con el triunfo en Sarajevo de Bosnia por 2-1 el pasado miércoles, en un amistoso frente a la selección de Ghana.

Baljic fue nombrado asistente del seleccionador Safet Susic hace un mes, poco antes del sorteo de la fase de clasificación para la Eurocopa 2012 a la que Bosnia aspira a llegar, tras las expectativas entusiastas despertadas al ver al frente del equipo balcánico a dos leyendas de su fútbol.

"Fui muy feliz cuando (Susic) me ofreció este cargo, feliz por tener la oportunidad de trabajar con un hombre como él y porque para uno que comienza un trabajo es importante tener a alguien que sabe mucho y que entiende. Fue un futbolista extraordinario", declaró Balic a Efe.

Baljic, de 36 años, terminó su carrera de futbolista en 2006. Para la selección bosnia jugó de 1996 a 2005 en 39 partidos y marcó 14 goles.

En los últimos dos años quería descansar del fútbol, pero ha retornado como entrenador y pasó una serie de exámenes de formación profesional para obtener la licencia.

En los primeros entrenamientos ante el amistoso con Ghana se sentía extraño porque "tardaba en concebir que ya no era jugador. Me atrajo de inmediato el balón. Mi zurda sirve bien todavía, no se puede olvidar a jugar", indicó.

Baljic asegura que tiene relaciones amistosas con los futbolistas de la selección -"igual que como cuando jugábamos juntos"- y se muestra seguro de que "no hay ni habrá problemas con ellos".

De los más caros del mundo

Hace once años, al llegar a España del Fenerbahce turco, fue uno de los futbolistas más caros de la historia del Madrid. No obstante, pocos meses después Baljic perdió la sonrisa por los continuos golpes de mala suerte.

Una grave lesión de la rodilla durante un entrenamiento en una noche de lluvia antes del clásico contra el Barcelona le apartó del fútbol durante medio año; la llegada de Vicente del Bosque al banquillo del Real y la salida de John Toshack, quien le había traído a España, también le afectó; al igual que las dos operaciones de rodilla a las que se sometió, y el divorcio de su primera mujer.

Y, después de todo, tan sólo disputó once partidos para el equipo español y logro un solo gol. "El Real es algo de lo que me siento muy orgulloso, la página más importante de mi carrera profesional. Orgulloso, pero a la vez decepcionado por lo que me ocurrió allí", declaró Baljic.

"La noticia sobre mi llegada al Real fue un 'boom'. Llegué al mejor club del mundo, el destino de pocos, me atrevo a decir que sólo de los mejores jugadores del mundo. Yo tenía grandes ilusiones, creía en mí y quería convertirme en alguien de quien los hinchas del Real recordasen por largo tiempo", cuenta.

"Estoy seguro de que así habría sido si no hubiese sufrido esa lesión, habría hecho mucho", señala Balic, que agregó que siente tristeza: "con la llegada al Real me lancé a la cumbre, pero no he dejado huella en el club".

"Con un poco de suerte lo habría hecho. Pero así es la vida. Ocurren lesiones y yo tuve la mala suerte de sufrir dos graves, una tras otra, y no pude jugar", reitera.

Balic indicó que su ausencia durante medio año fue irrecuperable porque "el Real es un equipo en el que nadie tiene tanto crédito, a nadie se le espera".

Consideró no obstante que su fichaje para el Real fue el período más brillante de su carrera y que fue un error su decisión de romper el contrato con el equipo español.

"Debía tener paciencia, esperar mi recuperación y mi oportunidad, que seguro llegaría. Pero mi deseo de jugar fue tan fuerte que lo hice todo con demasiada rapidez", explicó.

Fan de la música

Balic, a quien le gusta cantar y quien desde los cinco años de edad toca el acordeón, ha logrado hacer realidad también otro sueño de su infancia al grabar un disco de música de pop titulado "Novi dan" (Un nuevo día) en que actuó como cantante.

"Nunca he pensado dedicarme de forma profesional a la música. He grabado este álbum más bien por antojo y ahí acaban todas mis ambiciones musicales. Mi deseo era grabar algo y tuve la suerte de poder pagar para ver cumplido ese deseo", concluyó.