El cuarto árbitro es diplomado en educación especial

Ni en sueños podía imaginar Jorge Figueroa Vázquez, árbitro sevillano de 29 años, que se convertiría en protagonista principal de la Liga de Cristiano Ronaldo y Messi. Acostumbrado a sobrevivir en la modesta y durísima Segunda B, las candilejas le quedan lejos. Este diplomado en Educación Especial, actual Director de Área en una empresa de formación, encontró en el Calderón su decisión más mediática. "Si no acierta con la jugada de Marchena hoy le hubieran cortado la cabeza", contaban ayer en su entorno.

Por su valentía, recibió telefónicamente las felicitaciones de los máximos dirigentes del Comité Técnico de Árbitros, Sánchez Arminio y Díaz Vega: pequeña recompensa a una vida dedicada al arbitraje. Se entrena diariamente en La Cartuja, es un habitual en las carreras populares de la ciudad y da clases en el colegio de árbitros. Su hermano Enrique también dirige encuentros en Segunda B. Lo llevan en la sangre.

En septiembre se casó en Santa Genoveva. "Espero que algún día esta entrega tenga su recompensa", es su filosofía de vida cada vez que sale a correr por el Parque de El Alamillo.