El Huesca tutea a la Real y logra un justo empate

El Huesca y la Real Sociedad hicieron tablas en un vibrante partido que finalizó con un justo empate a uno. Las ocasiones fueron contadas por ambos bandos, sin embargo la entrega de todos los jugadores fue espectacular, ya que los dos equipos apostaron en todo momento por la victoria.

Sólo dos jugadas de estrategia rompieron un partido en el que ambas defensas supieron frenar los ataques de su adversario. Con el 0-0 al descanso, todo hacía prever que el que rompiera el empate se llevaría los tres puntos.

El primero en golpear fue el Huesca, en un córner que, a través de una jugada ensayada, Gilvan Gomes fue capaz de poner un centro milimétrico que Moisés resolvía de forma acrobática y desde dentro del área pequeña con la cabeza. Los azulgranas en los minutos previos a este gol habían ya sido los dueños del partido.

Marca de la casa.

El Alcoraz enloqueció durante varios minutos ante el gol del delantero azulgrana, que convertía su segundo tanto con la camiseta del Huesca. El partido se ponía de cara para el equipo de Calderón, que buscó en su banquillo la entrada de jugadores rápidos como Iriome o Vicente Pascual.

Con la ventaja del conjunto altoaragonés, la Real Sociedad sacó toda su artillería del banquillo y se hizo dueña de los siguientes minutos. Las llegadas de Xabi Prieto se convertían en azotes para la defensa azulgrana. Pero el gol se resistía, y como no podía ser de otra forma, una jugada a balón parado supuso el empate a uno. Un cabezazo perfecto de Labaka, que se adelantó a la defensa azulgrana, en un centro que llegaba impulsado también por el fuerte viento que sufrieron los aficionados en El Alcoraz.

Si bien a lo largo del partido, fue el Huesca el dominador del juego, los donostiarras intentaron llevarse la victoria del estadio azulgrana durante los últimos diez minutos. El equipo de Calderón estuvo bien armado atrás y esperó en una contra la posibilidad de hacerse con la victoria. La oportunidad la tuvo Gilvan, toda la tarde un incordio para la defensa donostiarra.

Finalmente, empate justo, en el que ambos contendientes quedaron contentos por el empate logrado en un día de fiesta.