Europa League | Galatasaray 1 - Atlético Madrid 2
Forlán aviva el sueño europeo
El Atleti se clasificó con un gol del Bota de Oro en el último minuto. Simao y Keita marcaron antes. Heroico Reyes. Kun, lesionado. Horrible arbitraje.
Pasó el Atleti, pasó el mejor y lo hizo como en él suele ser habitual: por el camino más enrevesado. Decidió Forlán en el último instante, recuperando su instinto de Bota de Oro en el momento más adecuado, pero antes había pasado de todo. La coz en la cara de Servet que mandó a Agüero al banquillo, un larguero de Reyes, un gol de Simao, el empate polémico de Keita, un penalti no pitado al utrerano rápidamente contrarrestado por otro aún más increíble perdonado a Perea, la expulsión de Erkin... Con el Atleti, como con las guapas con ojos de loca, siempre hay emoción, alto riesgo y final imprevisible.
El partido fue de menos a más. La primera media hora fue de cauteloso dominio atlético, con un Galatasaray que se sentía cómodo teniendo que controlar únicamente a Agüero, ya que Forlán descansaba en el banquillo. Descubriría que Kun solo es un ejército cuando el argentino se fue por la banda izquierda como si fuera Enrique Collar y, tras dejar atrás a tres rivales, la puso al punto de penalti donde ni Reyes ni Assunçao remataron. Tras un buen susto de Arda Turan, Servet volvió a sufrir a Agüero, que le robó la cartera en la esquina del área. El central, perro viejo, decidió pararlo como fuera y soltó una patada sin destino definido que acabó en la boca de Kun que, desorientado y mareado, tuvo que irse al vestuario.
La baja de su referente dejó groggy también al Atleti, que llegó al descanso pidiendo la hora. Pero Reyes, que ya había estado muy activo en la primera parte, se echó el equipo a la espalda en la segunda. No es ya que vuelva a ser un futbolista desequilibrante, es que ahora es un líder. Vivir para ver. En dos minutos rozó el gol dos veces. En el minuto 49 dudó en el mano a mano con Leo Franco tras una gran pared con Simao y en el 51 su gran derechazo tras un saque larguísimo de Asenjo se estrelló en el larguero.
Héroes.
Cojeando cada vez más desde un golpe en los primeros minutos, Reyes no sólo no acusó la doble decepción, sino que siguió creciendo. Algo parecido sucedió en el Galatasaray con Arda Turan, también muy tocado físicamente, pero que levantó a los suyos, con la inestimable colaboración de Keita, cuando más apretaba el Atleti.
Y entonces llegaron los goles; curiosamente, tras sendos saques de banda. En el 63', Antonio López sacó para Jurado que peinó a Simao. Éste controló de maravilla y definió con la calidad habitual, pero la alegría le duró poco al Atleti. En el 66', el juez de línea le dio al Galatasaray un saque de banda que era a favor del Atleti. Valera se despistó protestando y Arda Turan se encontró en ventaja para meter un gran centro que cabeceó Keita en el segundo palo. Ayudaron Asenjo, que no salió a un balón en el área pequeña, y Antonio López, que fue devorado por el marfileño.
Luego actuaron los jueces de área. Primero, Luca Banti no vio un penalti de Balta a Reyes. Y su socio Massimiliano Saccano le superó al tragarse una obvia mano de Perea en una de esas acciones en las que el colombiano se lía solo. Cómo sería que hasta Rijkaard se exaltó. Definitivamente, con los árbitros como con las copas de balón, cinco son peor que una. Erkin, la víctima de la mano, reaccionó fatal y se autoexpulsó con dos patadas seguidas, facilitando que el Atleti se lanzara a por la puntilla que dio Forlán. Y el sueño europeo cobra fuerza.