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Europa League | Wolfsburgo 4 - Villarreal 1

Europa también se les esfumó

Goleada tras una pésima primera mitad atrás. El árbitro no pitó un penalti sobre Capdevila con 2-1. Grafité hizo el cuarto en clarísimo fuera de juego

Óscar Megía
<b>CARAS LARGAS.</b> El Villarreal fue de mal en peor en la primera mitad y, cuando quiso reaccionar tras el descanso, se llevó otro golpe que le tumbó defi nitivamente.
CARAS LARGAS. El Villarreal fue de mal en peor en la primera mitad y, cuando quiso reaccionar tras el descanso, se llevó otro golpe que le tumbó defi nitivamente.

El Villarreal dijo adiós a Europa. ¿Hasta cuándo? La respuesta, en las últimas campañas, habría sido sencilla. Pues hasta la temporada que viene. Pero, en esta ocasión, todo pinta muy diferente. Porque este Submarino no es aquel al que estábamos acostumbrados. Ese equipo de fútbol preciosista, de ideas claras y en el que, por encima de todo, encontraba en la fuerza del grupo su mejor virtud. Todo eso que costó tantos años conseguir se está empezando a perder, sin apenas darse cuenta. Porque el Villarreal se despidió de la Europa League de la peor manera. Sobre todo, en una primera mitad nefasta en la que no paró de acumular errores en defensa. Una serie de facilidades que, con futbolistas como Dzeko y Grafite, el Wolfsburgo no desperdició. Marcó tres goles, pero pudieron ser más. Muchos más, de no haber aparecido Diego López. Uno de los pocos que se salvó en el Volkswagen Arena. Advertía Godín en la previa que, en esto de defender, todos deben arrimar el hombro. Y por eso tal vez sea injusto cargar todas las culpas a los cuatro de atrás, convertidos en un coladero en un intento desesperado por dejar a los alemanes en fuera de juego en una apuesta en la que insistieron con tanto ahínco como falta de acierto.

Garrido apostó por la vieja guardia y se esperaba que los Pires, Cani, Senna o Bruno dieran un paso al frente; un 'aquí estamos'. Pero no fue así. Unos lo intentaron sin acierto; otros, ni aparecieron. Sobre todo en esos primeros 45' en los que Garrido siempre podrá recordar a sus hombres cómo no se deben hacer las cosas. Que en el 14' de un partido en el que estás obligado a ganar vayas perdiendo por 2-0 es para hacérselo mirar. Y que esos dos tantos lleguen de la manera en la que lo hicieron es para sonrojarse. El primero, en una mala salida de Gonzalo, que falló al buscar el fuera de juego y dejó sólo a Dzeko, que fusiló a Diego con una clase exquisita; el segundo, en un error de Bruno, que perdió el balón donde nunca debe hacerlo y habilitó una contra que acabó en un centro de Grafite que Ángel desvió a la red. Increíble, pero cierto. Pero la 'empanada' amarilla fue a más. Y ahí emergió la imponente figura de Diego López. El gallego realizó tres intervenciones increíbles a disparos de Dzeko y Grafite. Parecía imposible que a la media hora el marcador no reflejara un 5-0. El Villarreal seguía vivo y más todavía con el gol de Capdevila tras un córner lanzado por Senna. Había margen para soñar. Y se pudo durante 10 minutos, hasta que un nuevo error defensivo, en una jugada en la que Dzeko sentó a Godín, terminó con el 3-1 de Gentner. El árbitro, por cierto, no quiso ver un penalti sobre Capdevila con 2-1 que podría haber cambiado el signo de la eliminatoria o, por lo menos, empatado. Pero los octavos de final se alejaban a un ritmo de vértigo.

Savia nueva. Garrido movió piezas en el descanso. Sentó a Cani y Godín y apostó por Musacchio y Llorente. Después apostó por Jefferson en lugar de Pires. Aviso para navegantes Cambió la actitud de los amarillos. Juntaron sus líneas y dejaron de sufrir atrás; además, con Llorente, se ganó presencia en ataque. El 3-2 que abriría la eliminatoria estaba cerca, pero no llegó. En lugar de eso, el Wolfsburgo hizo el cuarto, obra de Grafite en claro fuera de juego. Y ahí se acabó todo. El partido ya no daba para más aunque se agradeció que el Submarino exprimiera su orgullo en busca de una remontada imposible. Pudo maquillar Nilmar, tras una gran acción de Montero, pero se topó con una gran parada de Hitz. El adiós a Europa estaba claro. Y a las primeras de cambio.

Eliminado en Copa y en el viejo continente, además de estar décimo en Liga, al Villarreal le toca reinventarse en los tres meses que quedan para poder estar la próxima temporada, de nuevo, en Europa. Un reto difícil, muy difícil. Mucho trabajo tiene por delante Garrido aunque por el camino deberá decidir si confirma el cambio de ciclo que ha empezado a esbozar en las últimas semanas. El tiempo lo dirá, pero lo peor de todo es que los amarillos ya han dicho adiós a una Europa League que ilusionaba. Otra vez será. Seguro.

Otra vez fuera en dieciseisavos

El Villarreal vuelve a despedirse de Europa a la primera, algo que ya le pasó en su última participación en UEFA. Entonces, el Zenit le apeó en dieciseisavos de final; ahora, y en el estreno en la Europa League, dice adiós en la misma ronda, en una competición en la que logró plantarse en semis y en cuartos en sus dos primeras participaciones.