El nuevo Anfield, parado por la ausencia de fondos

Se estima que la deuda del Liverpool es de 300 millones de euros. Por esta razón, el club del Mersey se ha visto forzado a parar sine die su vieja promesa de construir un nuevo estadio en el mismo lugar en el que se encuentra el vetusto campo de Anfield. George Gillett y Tom Hicks no tienen tiempo de pensar en el estadio, ya que el Royal Bank of Scotland ha exigido al club que le devuelva inmediatamente 115 millones de euros. "Así lo exigen nuestros banqueros para permitirnos encontrar un modo más flexible de devolver el resto del préstamo", reconoció recientemente Christian Purslow, director general del club. Lo que no indicó es de dónde piensan sacar el dinero.