Costa da otro susto, pero espera jugar el domingo

En el partido de Pamplona, la plantilla blanquivioleta trató de demostrar que no tiene Costadependencia. Lo logró a medias, pero ayer, cuando el brasileño se resintió, las alarmas volvieron a sonar en Los Anexos y todos, jugadores y espectadores, se temieron lo peor. El delantero se hizo daño, primero, en una jugada en el tobillo, se recuperó y en el siguiente ejercicio fue a golpear un balón, intimidado por Barragán, y se empezó a retorcer de dolor sobre el césped tocándose la zona de la clavícula, donde tiene un esguince acromio-clavicular. La luz roja volvió a encenderse y el brasileño se retiró del campo ayudado por uno de los médicos del club, Alberto López Moreno.

Tranquilidad. Tras tratarse en el vestuario, el brasileño explicaba: "Fui a pegar al balón con la izquierda y sentí molestias. Me retiré para tratarme en el vestuario. No fue en choque. El primer golpe fue un pisotón, pero no tiene nada que ver", se ríe el delantero al ver la preocupación por su estado. Costa espera estar preparado para el domingo: "Creía que estaba bien, pero cuando pegué al balón, vi que no estaba recuperado, tenía dolor. Tengo una semana para tratarme, a ver si puedo jugar contra el Mallorca".

El delantero no está preocupado por la duración de su lesión: "La verdad es que esperaba estar mejor, tengo ganas de jugar. Voy a hacer el máximo para poder ayudar. El domingo pasado los médicos tenían razón en no dejarme jugar. Ojalá que pueda estar el próximo".