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Europa League | Wolfsburgo - Villarreal

El Villarreal se la juega en casa del lobo

El Submarino, obligado a ganar en Wolfsburgo tras el 2-2 de la ida.

Oscar Megía
<b>PISARON EL VOLKSWAGEN. </b>Los futbolistas amarillos comprobaron que el césped está muy pesado.

El más difícil todavía. Eso es lo que busca esta noche el Villarreal en el Wolkswagen Arena. Con el 2-2 de la ida, al Submarino no le queda otra que hacerse con la victoria o empatar a tres o más goles lo que resulta más complicado si cabe. Un reto que, en otras ocasiones, estaría al alcance de la mano, pero que ahora se ve prácticamente como un imposible. Porque pocos son los que apuestan por este equipo tras su último resultado liguero o tras lo visto en el choque de ida.

A las dudas que ya ofreció en el compromiso en El Madrigal se han añadido las que generó el contundente 6-2 que recibió en el Santiago Beranbéu, sobre todo a nivel defensivo. Y todo eso sin olvidar el despertar del Wolfsburgo, un gigante dormido que se ha ido a espabilar en el peor momento. Ya pudo dejar la eliminatoria resuelta en tierras castellonenses y el domingo se reencontró con la victoria en la Bundesliga, de la que presume de ser el vigente campeón, no lo olvidemos. Un despertar que ha llegado de la mano del brasieño Grafite: hizo los dos goles en la ida y firmó otro doblete para derrotar al Schalke. El delantero, que ya firmó un hat-trick en casa ante el CSKA de Moscú en la liguilla de la Champions, será la gran amenaza de un Wolfsburgo que también cuenta con la inspiración de Dzeko, otro delantero de postín que puede castigar en cualquier momento.

A la heróica. Pero es con todos los elementos en contra cuando un equipo debe venirse arriba y demostrar su madurez. Ésa es la oportunidad que tiene hoy el Villarreal, necesitado de una alegría como la que supondría seguir adelante en la Europa League, su tabla de salvación en una temporada que está resultando para olvidar. Para afrontar esta final, Garrido se debate entre echar mano de la vieja guardia o repetir, como hizo en el Bernabéu, su apuesta por la savia nueva.

Ante el Real Madrid, apostó de inicio por Musacchio, Matilla y Marco Ruben; hoy podría ser el turno de Pires o Cani, además de Gonzalo, que regresará para formar pareja con Godín. Dejar la portería a cero es la gran obsesión para este Submarino y el primer paso para ganar en casa de los lobos, como se conoce a la afición del Wolfsburgo. Arriba, Nilmar, Pires, Fuster o Llorente, que ya fue el héroe en Atenas, seguro que se encargarán de marcar ese gol que abra las puertas de octavos de final.