Salva Sevilla
"No hay nervios, pero debemos despertar ya"
El domingo en Las Palmas marcaba su séptimo gol en Liga, batiendo su mejor registro en una campaña, seis. Sin embargo, la crisis del conjunto unionista le hace pensar más en el equipo que en sí mismo.
Esta temporada está viendo puerta con facilidad...
Entre Liga y Copa, nueve goles. Es una cifra buena, sobre todo, si sirven para ganar.
¿Por qué este año está haciendo tantos goles?
Por el trabajo de los compañeros. En el Salamanca hay futbolistas con calidad que facilitan mi labor en el campo. Mi puesto es el de centrocampista, aunque con Sito he tenido minutos en la mediapunta, más cerca de la portería.
¿Cuál es el tanto más especial de los que ha marcado en esta Liga?
El segundo que le hice al Albacete, era en el minuto 81 y nos ponía por delante tras ir 2-2. Ese gol nos daba el triunfo.
El del domingo, sin embargo, no.
Da rabia, porque después de marcarlo, parecía que el partido estaba sentenciado. La pena era que nos empataron en el tiempo añadido.
La Unión lleva nueve jornadas seguidas sin vencer. ¿Cuánto pesa esta losa?
No pesa, porque tenemos un colchón de puntos amplio con la zona de abajo. Lo que es verdad es que en las últimas semanas se está acortando la distancia y preocupa.
¿Hay nervios?
No, pero tenemos que despertar ya.
Está claro que habrá que luchar por la permanencia...
Sí, porque estamos más cerca de los de abajo que de los de arriba. Pero esto cambia muy rápido y sólo hay que mirar al próximo partido. Hay que hacerse fuertes en casa.
¿Por qué ha cambiado tanto el equipo en los últimos meses?
Porque encajamos más goles que en el primer tramo de Liga y porque en casa somos débiles. Al principio, marcábamos con facilidad y ahora nos cuesta. También influye que hacemos pocos goles. Ganar así es complicado.
El sábado llega al Helmántico el conjunto que marca la zona de descenso. ¿El partido ante el Murcia será una final?
Será importante. Una final no, porque pase lo que pase, quedarán muchos puntos en juego. Les sacamos cinco y ganar sería bonito por un doble motivo: cortar la mala racha que llevamos y distanciar a un rival directo.
Y se daría una alegría a una afición descontenta.
Es normal que esté disgustada porque en casa no está disfrutando y paga para divertirse. Los jugadores somos los que tenemos que tirar de los seguidores.
A Salva le han querido y repudiado en Salamanca. ¿Tan especial es la afición charra?
Es exigente. A mí me ha tocado vivir de todo con ella, pero intento hacer mi trabajo lo mejor que puedo. Debe animar, vaya como vaya el partido.