La lesión de Molina lastra la efectividad del Elche

La sombra de Jorge Molina es alargada en el Elche. Así lo evidencian los cuatro últimos resultados que ha cosechado el equipo ilicitano mientras que su máximo goleador ha estado lesionado como consecuencia del golpe en el pie que sufrió ante la Real. A partir de aquel día, jugó mermado ante el Huesca y el Numancia y causó baja, tras confirmarse la fractura de su escafoides tarsiano, frente al Salamanca y el Levante. El bagaje realizador en ese tramo es de sólo un gol. "Es un poco de casualidad", dijo ayer Molina.

Pese a sus palabras, el grado de causalidad también es importante en esta estadística dado que el hasta ahora mejor goleador de Segunda, junto a Stuani, era el delantero referencia del equipo. Por suerte, el número de goles en contra también ha disminuido y eso ha ayudado a que el Elche sólo haya perdido un encuentro en ese grupo de partidos, además de cosechar otros dos empates y un triunfo. Hasta su lesión, Molina había sido titular en los 15 encuentros anteriores, jugando al 100 %, y había anotado 11 goles.

Molina destacó el dato positivo que ofrece la estadística, que apunta a que se ha reducido el número de goles en contra: "Aunque nos está costando marcar más, también es cierto que sólo nos han marcado un gol, en cuatro jornadas". "El equipo está jugando bien y sólo falta que la pelota entre. Hay calidad para que eso ocurra sin que yo esté en el terreno de juego", añadió.

El delantero alcoyano podría llegar al derbi

José Bordalás, técnico del Elche, no podrá contar con Jorge Molina ante el Córdoba y tendrá que volver a decidir si apuesta por el planteamiento de los dos últimos partidos, sin un nueve como referencia, o le da la alternativa a Jesús Perera. Molina, tras el partido de El Arcángel, se hará una prueba para ver cómo evoluciona el escafoides tarsiano de su pie izquierdo. "Si el hueso ha unido bien, empezaré a entrenarme progresivamente para ver qué sensaciones tengo", dijo ayer el delantero alcoyano. Si los resultados son positivos, podría llegar a tiempo para jugar el derbi ante el Hércules en casa, el próximo 6 ó 7 de marzo. De lo contrario, tendrá que seguir pendiente de la evolución de su lesión. Su plazo inicial de recuperación se estableció entre "cuatro y seis semanas" antes del encuentro ante el Salamanca. En el mejor de los casos, llegaría justo para el gran clásico.