Con el futuro en juego

El futuro se cita hoy en Mallorca, en un curioso cruce de caminos. La lucha por el cuarto puesto, la persecución del Valencia y la consolidación en uno de los lugares de Champions son argumentos suficientes para alimentar uno de los duelos más interesantes entre las puntas de lanza de la otra Liga. Pero los protagonistas se han encargado de convertir el encuentro en algo así como el último episodio de una historia.

Manzano, intencionadamente, escribió en su blog una carta de despedida. Ya ocurrió el año pasado. Cuando aparece el Sevilla en el horizonte, al técnico jiennense se le suben los colores como a la joven adolescente que se cruza con su primer chico deseado. Está loco por venir a Nervión y no pierde una oportunidad para demostrarlo. Jiménez maneja sospechas acerca de ese deseo: "Estas cosas siempre salen en los mismos partidos". Y desata su rabia por el debate descarado abierto en la afición por su figura: "Hay gente que se pondría muy contenta si me marchara". Eso es cierto.

Con el futuro enredando, el Sevilla espera encontrar en el Ono Stadi el Santo Grial que hace indestructible al Mallorca en casa, que atesora números de Campeón de Liga: diez partidos, diez victorias y sólo tres goles encajados. Kanouté se quedó en casa cuidándose para viajar a Moscú, Luis Fabiano puede ser suplente por el mismo motivo y a Negredo le tocará la misión de romper el muro. Manzano se armará con su columna vertebral: Aouate, Nunes, Martí, Borja y Aduriz. La Champions es un tesoro necesario. El futuro se aparcará durante 90 minutos.

La Junta rechaza la gestión de Vicente Grande

La Junta General de accionistas del Mallorca aprobó las cuentas del club de la temporada pasada. Lo hizo por unanimidad y únicamente José Miguel García votó en contra. En la misma reunión se rechazó la gestión realizada por Vicente Grande al frente de la entidad. Las pérdidas en el Mallorca en el pasado ejercicio fueron de 5,3 millones de euros. La deuda del club asciende a los 45 millones. -P. F.