Europa League | Athletic - Anderlecht
El Athletic apela al mágico espíritu de Europa
Quiere exprimir el factor campo ante un Anderlecht inquietante
Es un equipo joven, con una media de edad por debajo de lo habitual en el concierto europeo, atesora un poderío físico notable que le distingue, cuenta con centímetros suficientes para explotar las acciones de estrategia, sí, el balón parado es una de sus mejores bazas en ataque, si bien tampoco hace ascos al juego directo, lo sabe rentabilizar y de vez en cuando, dentro de un tono más discreto al de épocas pretéritas, cuando saboreó títulos y logros importantes, suele protagonizar victorias sonoras, de mucha repercusión. ¿A qué equipo corresponde esta somera descripción? ¿Al Anderlecht? ¿Al Athletic? Los datos apuntados lo mismo encajarían en uno que en otro. Y aún habría alguno más, como el que nace del paralelismo, quizás algo forzado, entre Muniain y Lukaku, cuyo denominador común, edad aparte, es la coincidencia en el tiempo que marca su acceso a la elite.
Ayer en Lezama, Joaquín Caparrós y Joseba Etxeberria no tuvieron inconveniente en subrayar esas similitudes entre rojiblancos y morados, para a continuación mostrarse cautos en sus previsiones. Una cosa son las características y otra el potencial, la gran incógnita que se va a despejar en 180 minutos que arrancan esta misma noche en San Mamés.
El capitán llegó a decir que se conforma con ganar hoy, que de lograrlo sería secundario que ellos hiciesen algún gol. El técnico discrepó en este punto y remachó la siguiente idea: "Hay que saber competir, ser inteligentes, saber que son dos partidos...".
El Athletic pretende cobrar ventaja en la eliminatoria aprovechando el tirón que Europa tiene, no sólo entre los jugadores, sino especialmente entre sus seguidores. El singular clima que se crea en torno a citas de este tipo en La Catedral aparece como clave en el análisis previo.
Se habla de la magia de las noches europeas para ponderar el ambiente del que se impregnan los futbolistas, ese calor que les permite ofrecer su mejor versión. De algún modo, tras el estudio del rival realizado por los profesionales, se asume que el factor campo cobra una enorme importancia ante un Anderlecht que aspira a romper la tendencia de los clubes belgas en sus enfrentamientos con el Athletic.
La tradición, con el inolvidable 1-7 de Lieja revoloteando aún en la memoria colectiva, es la que es, pero no contabilizará cuando Matteo Simone Trefoloni haga sonar su silbato. Aparcadas las estadísticas, será el turno del fútbol y, como dice Caparrós, de plasmar un buen nivel competitivo.
La alineación.
Los antecedentes más próximos, así como los indicios, apuntan a que el Athletic recurrirá al bloque por todos conocido para doblegar la resistencia de los chicos de Ariel Jacobs. La novedad más significativa respecto a los últimos compromisos se llama Fran Yeste. El zurdo, junto al reforzado Gaizka Toquero, se incrustarán en el once que salió en El Madrigal, en detrimento de Gabilondo y De Marcos.
Cualquier variación sobre este plan causaría sorpresa, apartado en el que sí debe ponerse la exclusión de Koikili. No así la presencia de Etxeberria en la lista. En el año del adiós, la Liga Europea se ha convertido en su frente de batalla, es aquí donde acumula titularidades, minutos y algún gol, uno de penalti por cierto.
Sólo queda confiar en que el aliciente que representa el torneo ejerza un influjo positivo y compense los aspectos negativos del juego rojiblanco observados estas semanas atrás, más que nada en el balance defensivo. La intensidad y la ambición se presuponen, están anunciados por los propios protagonistas. El aliento de la grada será el complemento en un encuentro muy esperado en Bilbao. Vuelve Europa y San Mamés se relame de gusto.