Liga BBVA | Racing
Morris llega mañana pero el Racing le busca salida
La vuelta, tras casi dos meses en Ciudad del Cabo, del defensa surafricano a Santander no supone el final del 'caso Morris'. Logrado por fin el permiso de trabajo, queda resolver la parcela deportiva: el Racing ya no le quiere, pero el plazo de traspasos está cerrado en casi todo el mundo.
Al filo del mediodía de mañana viernes se espera la llegada al aeropuerto de Parayas de Nasief Morris. Regresa a Santander después de 60 días en su Ciudad El Cabo natal. La larga ausencia ha hecho que Pashalis Tountouris, agente de la oficina en Grecia de la agencia que representa al jugador, ya haya recibido un mensaje desde las oficinas del Racing: "Búscale una salida".
Desde que se marchó el 21 de diciembre, han sucedido una serie de acontecimientos que han propiciado el brutal retraso. España ha tardado, a través del consulado en Ciudad El Cabo, casi dos meses en concederle el permiso de trabajo. Desde el club, Roberto Bedoya declara que es debido a que el trámite se complicó ya que en la anterior ocasión Morris había entrado como turista y eso le ha supuesto un expediente.
Versiones.
En Suráfrica, en cambio, Mike Makaab, director de fútbol de 'Prosport International', la agencia que le representa (la más poderosa del continente) ha manifestado en reiteradas declaraciones que hay otra explicación: "Hemos hecho averiguaciones y descubierto que el Racing tiene deudas de impuestos y por eso no dan permisos a sus jugadores extranjeros".
La versión del surafricano no parece sostenerse habida cuenta de que Henrique, por ejemplo, obtuvo su permiso unas semanas antes y, al final, el propio Morris ya lo tiene.
El jugador se ha entrenado en este tiempo con su antiguo club, el Santos y, como personaje público que es en su país, el acto más reciente que se le conoce es la prueba para la revista 'Kickoff' del último modelo de Maserati, el Gran Turismo S7. Parece, según sus declaraciones, que le gustó.
El jugador que decepcionó al entrenador
Nada más llegar al Racing, Miguel Ángel Portugal recabó informes de Morris: "Es muy introvertido, pero es un magnífico profesional y aún puede rendir más", le dijeron. A la vista de la escasa confianza inicial que le dieron Pinillos y Crespo, el burgalés optó por confiar al surafricano el lateral derecho. Fue un error. Ni Morris pareció estar nunca a gusto (aunque en el Recre llegó a jugar en esa posición), ni rindió. Salió a tarjeta por partido y el entrenador, que le sustituyó de manera reiterada, acabó, tras el partido de Villarreal, poniéndole una cruz. El técnico confesó a sus allegados sentir serias dudas del compromiso de Morris. Algo sagrado para Portugal. Y para ese vestuario. De hecho, en más de una ocasión, en momentos de euforia, el entrenador ha escuchado en el autobús como sus jugadores hacían rechifla de la larga ausencia de Morris. La duda es si el rendimiento defensivo del pasado domingo le ha hecho cambiar su opinión sobre la continuidad del surafricano.