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Real MAdrid | El nuevo fichaje es un ídolo en Cantabria

Canales desata la locura el día que cumplió diecinueve años

Un centenar de niños le felicitaron tras el entrenamiento

<b>DESBORDADO. </b>Canales fue agasajado por sus fans con regalos y felicitaciones, mientras el gabinete de prensa le protegía del acoso.

Sergio Canales es un ídolo en Cantabria. Si hace unas semanas unas cincuenta quinceañeras le acosaron tras su explosión goleadora, ayer la excusa fue el 19º cumpleaños del canterano para repetir la escena. El ya jugador madridista fue felicitado en la Ciudad Deportiva de La Albericia por un centenar de niños, que aprovecharon el día festivo por el Carnaval para regalarle tartas, peluches y piropos.

Tal fue la pasión de los jóvenes por hacer llegar su cariño al santanderino que éste tuvo problemas para llegar al vestuario y, luego, tras ducharse, para abandonar las instalaciones donde se entrena el Racing. Le fue complicado coger su coche para ir a comer con su familia. El club tuvo que reforzar la seguridad para poder abrir camino al futbolista en medio de la histeria, ya que el gabinete de prensa no daba a basto, pues bastante tenía con evitar que Sergio protagonizara escenas preparadas o fotos no deseadas con escudos del Madrid, camisetas o similares.

Los compañeros de Canales no daban crédito a lo sucedido ayer e incluso bromeaban al tener que pararse a firmar decenas de autógrafos y hacerse fotografías con las niñas como él: "Este boom lo estamos pagando nosotros...".

Análisis.

De hecho, algunos miembros del Racing comentaban a AS la diferencia entre el impacto de la irrupción de Canales con las de Setién, Colsa o Munitis en el pasado, los otros galácticos nacidos en Santander: "Igual estos no unían a su gran fútbol tanta belleza como Canales y, por eso, éste arrastra tanto fervor entre las adolescentes".

El departamento de prensa comenzará pronto a conceder entrevistas personalizadas con la perla cántabra (tiene más de ochenta, de España y del extranjero) pero, de momento, prefiere respetar la voluntad del chaval y de su padre, Ángel, para que no se desconcentre.