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LIGA DE CAMPEONES | MILÁN 2 - UNITED 3

Un Manchester United a ralentí deja al Milán contra las cuerdas

El buen juego del Milán y la buena actuación de Ronaldinho no fue suficiente para doblegar a un Manchester United ramplón pero con la puntería afinada gracias al buen momento de forma de Rooney que hoy marcó dos goles e inauguró su cuenta particular en Champions League. Carrick se perderá el partido de vuelta tras ser expulsado.

DAVID F. SANCHIDRIÁN
Un Manchester United a ralentí deja al Milán contra las cuerdas

Es época de carnaval y se pudo notar en Milán. Ronaldinho no pudo estar en Río de Janeiro esta semana pero esta vez no le importó porque se vistió de aquel futbolista que deleitó a la afición azulgrana en años anteriores. Él guió a un Milán disfrazado de Manchester y Rooney vistió al United del Milán. Y es que el equipo italiano llevó las manijas del encuentro de principio a fin, fue el que dispuso de las mejores ocasiones, pero el United, a ralentí todo el partido, se aprovechó de la pegada de Rooney para salir con medio billete a cuartos de final de Champions League. Medio porque Seedorf acortó distancias a cinco minutos del final y hasta que el colegiado no pitó el final, el United estuvo metido en su área.

Hasta diez trofeos de la máxima competición continental se contaban en el césped de San Siro. Y es que un Milán-Manchester es de esos encuentros atractivos de por sí, pero en esta ocasión, la cita tenía un claro incentivo, un agitador de masas, un protagonista que ponía un punto más de morbo a la eliminatoria. David Beckham volvió a Europa el pasado noviembre para buscarse un puesto en el próximo Mundial con Inglaterra y su primera piedra en el camino fue superar al club que le formó, un Manchester United perdedor en las estadísticas con los milanistas pero con un fútbol mucho más directo y atractivo del que plasma Leonardo.

Pensando más en la contención. Así es como se tomó Ferguson la ida de los octavos de final, idea que no sorprende cuando los 'red devils' tienen una dura batalla por Europa, poblando el medio del campo con Carrick, Scholes, Fletcher, Nani y a Park Ji-Sung de falso extremo para contener a Ronaldinho. Pero al brasileño ya se le veía risueño mientras sonaba el himno de la Champions League con su compañero Silva, y lo trasmitió a los pocos segundos. Será el carnaval brasileño o simplemente la motivación de un partido grande pero 'Dinho' salió como un toro. Regaló el primer detalle a la grada a los pocos segundos con un exquisito regate y selló sus intenciones dos minutos después. Lo que tardó Beckham en tocar el primer el balón sacando un libre directo. El centro del inglés lo despejó mal Evra y la pelota cayó a Ronaldinho que la cazó sin botar para adelantar al equipo italiano.

Los planes de Ferguson se desplomaron rápidamente y lo que es peor, Ronladinho hoy tenía hambre de fútbol. De sus botas nació otra buena oportunidad a los seis minutos pero el disparo salió muy centrado y Van der Saar atrapó sin problemas. No estará en el mejor estado físico de su carrera pero debía aprovechar hasta fundirse para dejar herir a su rival. Gracias, también sea dicho, al trabajo en defensa del United, dormido en la primera media hora. Prueba de ellos fue la pérdida de Scholes, Ronladinho la recogió gustoso, encaró a Rio a base de bicicletas pero el internacional brasileño cayó en la frontal del área sin que el árbitro viera penalti.

En ataque, el Milán se apoyaba únicamente en el 80 milanista pero es que en defensa, el trabajo también rallaba la perfección gracias al trabajo impecable de los laterales. Antonini doblaba y se entendía a las mil maravillas con Dinho, y Bonera agradecía la confianza de Leonardo con una seriedad intachable atrás. Muy diferente era la imagen del United, encallado en defensa e inofensivo en la creación, y sólo Rooney daba la impresión de poder hacer algo diferente.

Un excelente pase al hueco de Ambrosini con disparo desviado de Huntelaar torció la cara de Ferguson, que ya echaba el ojo al banquillo buscando recambios, cuando todo cambió de un plumazo. Porque fue así, en la primera combinación potable, el United igualó y por fin rompió la imbatibilidad de San Siro (estadio donde nunca había marcado) porque Fletcher centró desde la derecha y Scholes, con la pierna de apoyo, conectó el balón para batir a Dida. La igualada llegó en un buen momento para el Manchester por el minuto en el que se firmó (36) y además si había que apostar por el estado físico de algún equipo, el de los ingleses era superior. Es decir, con ese tanto inesperado y el alto ritmo impuesto por el Milán en el primer acto presagiaba una segunda parte totalmente abierta.

Valencia incentiva a Rooney

El gol de 'Colorado' acabó con esas miradas de Ferguson hacia el banquillo y decidió sacar a los mismos jugadores en una segunda parte donde los 'red devils' empezaron más pacientes y aplomo en el medio. Aún así, la primera ocasión la tuvo Pato pero su testarazo salió por encima del larguero. Y es que los milanistas se nutrían gracias a los balones aéreos y a las faltas como las que lanzó Pirlo desde cuarenta metros con dirección a la escuadra del meta holandés pero sus manos desbarataron lo que hubiera sido un golazo. La segunda parte entró en una dinámica de tirones y el asedio variaba de campo cada pocos minutos pero aún así el rostro de Rooney no variaba, la desesperante soledad le mataba, tenía que bajar mucho para recuperar y Ferguson se dio cuenta a los 65 minutos sacando a Valencia por Nani. Y el movimiento de fichas resultó salir a la perfección. Ni dos minutos llevaba Valencia en cancha y en la primera bola que tocó, puso un centro donde llegó el delantero en mejor forma de Europa para inaugurar su cuenta particular en competición europea.

Era la vida al revés porque el Milán, normalmente limitado en ocasiones, disparaba más que un United ramplón pero con el resultado a favor. La ventaja no achantó a los ingleses y los huecos iban a condenar al Milán porque ocho minutos después un centro de Fletcher lo volvió a aprovechar Rooney para reventar las aspiraciones italianas con tres golpes certeros. Leonardo contrarrestó con la entrada de Seedorf por Beckham e Inzaghi por Huntelaar, que la grada le despidió con pitos. Con el holandés en cancha llegó la esperanza a San Siro. Mientras algunos aficionados enfilaban la salida del estadio, una conexión entre Ronaldinho-Seedorf multiplicó la tensión de Milán con un tanto de espuela del mediocentro holandés.

Sin cabeza y sólo con el corazón, el Milán fue con todo a por el empate con infinidad de ocasiones. La tuvo Inzaghi pero tiró alto y también dispuso de su oportunidad Nesta pero el testarazo no encontró puerta. Finalmente el United se vuelve a Manchester con demasiada renta pero si el Milán se viste de Milán en la vuelta, todo puede pasar.