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Liga BBVA | Racing 0 - Málaga 3

Muñiz sí que fue esta vez culpable

Dio una lección a la contra en su vuelta a un estadio que le sentenció. Weligton, Caicedo y Obinna, los goleadores. El Racing pagó el cansancio de Copa.

Muñiz sí que fue esta vez culpable

Es lo que tiene conocer al adversario tanto o más que su propio director de orquesta. Muñiz regresó a El Sardinero sabedor del cansancio acumulado por el Racing en la Copa y de las carencias que tiene el sistema defensivo local y así, gracias a sus conocimientos, le hizo un roto. Un triunfo contundente del que se vale para presumir de llevar una sola derrota en los últimos 13 partidos y de romper dos gafes a la vez: el andaluz, que acumulaba ocho años sin ganar en Santander; y el del Racing, que deja de estar invicto en 2010. Y una más. La menos importante quizás para el asturiano pero también la más justa de recordar, pues fue un dardo para sus numerosos críticos en Cantabria. Ganó con rotundidad, fuera de casa y siendo ambicioso; para demostrar que el orden que defiende para un modesto no equivale a racanería.

La victoria para el Málaga estaba cantada desde el desayuno. Las sensaciones en el conjunto de Portugal eran tan pesimistas como los mensajes que enviaba el cielo. Tirando a grises. Xisco no había solucionado su sobrecarga en el aductor y Colsa tampoco andaba sobrado de fuerzas. Hubo que cambiar y los retoques fueron a peor. La adrenalina quemada el jueves dejó a los jugadores sin gasolina; helados. La desilusión ante el Atlético arrastró con ella a la fe. Sin encontrar la respuesta corporal, la plantilla aspiraba a buscar la motivación en la grada, pero en ella también había resaca. La afición, cansada de ofrecer más de lo que recibe este mes, necesitaba motivos y razones para ayudar. No los encontró y por ese divorcio no sólo Muñiz vivió su día más plácido en el banquillo de El Sardinero, sino que, además, su equipo aprovechó para crecerse, adueñarse de los puntos estratégicos y apuntillar.

Coser y cantar.

El Málaga aprovechó un inicio de partido calamitoso, donde el Racing recordó muchos de los despropósitos de la Era Mandiá, para sacar a relucir las señas que hace tiempo patentó Muñiz: seguridad atrás y gran contraataque. Weligton se erigió como el jefe y amargó la tarde a Tchité. Tanta fue la superioridad del central que obligó al burundés a buscar mejor suerte en la banda derecha. Un vicio que condena al conjunto de Portugal, pues si éste pretende jugar con un mediapunta y un ariete, jamás debe permitir que su referencia abandone al área. Sin él cerca de la portería el juego verdiblanco se hace previsible. Ni Munitis y Toni Moral tienen faro para orientar sus centros ni Canales logra buscar conexión cuando se adueña del balón.

Así, al Málaga le bastó con leer las debilidades rivales. Dos zarpazos, dos goles. El inicial llegó por un error defensivo a balón parado. El centro desde el córner derecho lo sacó Duda con su guante. El cuero no pudo despejarlo Diop y pegó en Torrejón. El rechace cayó en las botas de Weligton que, sin pensarlo, empalmó sin compasión. Mazazo local. Catapulta visitante.

El segundo fue más elaborado. En la jugada, Oriol regaló el balón y Javi López buscó la carrera de Caicedo. El ecuatoriano sonrojó primero a Torrejón y luego a Moratón, algo que enfureció a la grada y recordó que Henrique es vital. El primer central estuvo muy lento al cruce y el segundo inusualmente blando en la pelea. Caicedo sentó a Coltorti y machacó. Era su estreno goleador, la segunda aproximación y también la decisiva.

Después, el Racing intentó con varias sustituciones a la desesperada enmendar el estropicio, pero los revulsivos que sí funcionaron fueron los malacitanos. Obinna, nada más salir al campo, conectó con un exquisito pase de Duda al hueco para poner la guinda. A partir de ahí, el Málaga respiró y pudo golear, mientras que el Racing comenzó a organizar su duelo directo ante el Almería dentro de dos jornadas, pues en la próxima visitará estratégicamente el Camp Nou sin Tchité, Munitis y Colsa. Si este plan lo hubiera ideado otro...

El detalle. Sanciones a Colsa, Munitis y Tchité

Hasta cuatro jugadores del Racing estaban apercibidos antes del encuentro: Pinillos, Colsa, Munitis y Tchité. Tres (todos salvo el lateral) fueron amonestados y no jugarán ante el Barça. El burundés, además, seguirá con cuatro amarillas después. En el Málaga, Benachour y Obinna no fueron amonestados y siguen a una tarjeta de cumplir sanción.