Suficiente... por los pelos

El año se hace largo y no todos los domingos toca uno de esos partidos bonitos, apetecibles, en los que se paga con gusto la entrada. La tarde en el Cartagonova acabó con desenlace feliz, pero la trama dejó una sensación pobre y, sobre todo, temerosa en el tramo final. Encima el tiempo no acompañó, fue poca gente al estadio y el rival, el rocoso Real Unión, puso más problemas de la cuenta.

De saque, Iñaki Alonso sacó su vena más reservona y alineó a cinco defensas. Había que derribar el muro como fuera y el Cartagena apeló a lo que mejor sabe hacer, buscar grietas y meter el dedo hasta hacer un socavón por el que meter la cabeza, o el balón en el marco de Otermin. La primera parte no fue buena pese a que el Cartagena se volcó en el empeño, con Longás metiendo balones al hueco para De Lucas, Lafuente entrando con el peligro habitual... y también buscando en largo a Toché. Nada de nada. No había donde rascar. Encima Víctor se marchaba lesionado antes del descanso. Mal presagio. Al filo del intermedio Montoro, activo pese a que su equipo siempre jugó muy metido atrás, dispuso de un libre directo peligroso... que la barrera repelió.

Pasado el descanso se vio la versión más intensa del Cartagena. Juan Ignacio mandó a sus hombres a meter todo el arsenal arriba y las conexiones habituales seguían dando sus frutos. Pero faltaba el gol. Falcón suplió a Chus para ganar más toque en la medular y el rapidito Quintero tuvo una buena internada, e incluso fue derribado, pero Pérez Montero dejó pasar ese penalti. Escasos minutos después, y con el Real Unión metido atrás todavía más, Toché sufrió falta y esta vez no dudó. Pena máxima. La única oportunidad para el Cartagena de romper una tarde tediosa y que iba para un 0-0. Gol de Quique De Lucas.

Maric y la reacción. Iñaki Alonso rectificó el guión, quitó al quinto defensa y dio entrada a Maric. Un ariete de los de antes, fuerte, que encima acompañaba con buen toque... y golpeo en los libres directos. Una falta lejana, a priori inofensiva, la mandó el balcánico a la cepa del poste de Rubén y ahí el Real Unión se vio con opciones. El Cartagena era ahora el que tenía que defender. Cygan fijó la marca sobre el punta irundarra y de no ser por la seguridad del francés Maric habría rascado bola. El Real Unión atacaba por todos los flancos y al Cartagena sólo le quedaba bajar el esférico al pasto, triangular y ver como el reloj consumía los minutos lentamente. Al final, sufrimiento, el estadio pidiendo la hora...pero victoria al fin y al cabo.

Al Cartagena sólo se le puede dar un suficiente, raspado, por los pelos, pero un aprobado al fin y al cabo. Salvó uno de esos charcos que todos presuponen fáciles pero que cuando metes la pierna ves que el agua te llega por la rodilla. Ya 'sólo' quedan 18 jornadas y los de Juan Ignacio mantienen su renta de cuatro puntos sobre sus perseguidores... al fin y al cabo, Segunda es así.

Víctor, nueva lesión muscular

El veterano mediapunta regresó a la alineación tras no jugar en Vallecas por unas molestias musculares y antes del descanso tuvo que ser sustituido por una nueva lesión. El propio Víctor asume que deberá estar parado un par de jornadas hasta que se recupere plenamente.