Inglaterra | Chelsea 2 - Arsenal 0
Al Arsenal le condena su mandíbula de cristal
Drogba marcó sus oportunidades y Terry, discreto.
Si el Chelsea pudiera elegir un rival contra el que jugar todos los partidos, señalaría al encomiable Arsenal. No hay equipo que juegue mejor al fútbol, que sea más dinámico y combinativo, pero tampoco hay equipo, entre la clase noble del fútbol inglés e incluso europeo, con una falta de gol más alarmante. Wenger ha convertido al Arsenal en el campeón del mundo sin porterías. Revolotean alrededor del rival alineando una constelación de deliciosos mediapuntas que dibujan obras de arte camino al área. Ayer abrumaron al Chelsea con Arshavin arriba y Cesc, Nasri y Walcott a su espalda. Pero cuando llegan ante la portería, donde el talento deja sitio al instinto... Y de eso no tienen tras marcharse Adebayor.
Comenzaron a sumar ocasiones y méritos, pero si el Arsenal de Wenger es una mariposa, el Chelsea de Ancelotti es un elefante. La razón de ser de los gunners descansa en su medular y la de los blues, al sur (Cech) y al norte (Drogba). El meta sacó tres balones antes de que Drogba hiciera el gol inaugural en el primer balón descarriado en el área de Almunia. El Arsenal amagó con reponerse, como si contara con aquello. Pero no contemplaba con que en la segunda ocasión, contra aclarada por un gran movimiento de distracción de Anelka, Drogba descerrajara a Almunia. Ahí se acabó este Arsenal de mandíbula de cristal. Se acabó para toda la temporada. Adiós a la Premier. La frustración gunner (71% de posesión en la primera parte), desquiciará a Cesc, quien es lógico que sueñe con jugar junto a finalizadores como Cristiano o Messi. Drogba rozó el hat-trick al tirar una falta al larguero. ¿Adónde llegaría el Arsenal con Drogba? ¿Y sin Cesc?
Además, Terry, personaje de la semana por sus escándalos amorosos, estuvo discreto y fue respaldado por la afición del Chelsea con pancartas.