"Fue una alegría que la gente pidiera mi entrada"

¿Le había pasado alguna vez lo que en Mestalla el sábado, que la gente pidiera su entrada en el campo?

Supuso para mí una gran alegría. Y, por supuesto, esto sirve para darme mucha fuerza y ánimo. Se dio esta situación dos segundos antes de que me llamara el míster y es algo que sorprende a cualquier jugador, porque estás en la zona del calentamiento, a punto de saltar a jugar, y escuchas cómo la gente canta con tu nombre. Insisto, fue una gran alegría y me lo tomo también con mucha responsabilidad, pues toda esa confianza que ellos demuestran en mi persona sé que la tengo que devolver haciendo un buen juego dentro del campo. A partir de ahí, mi objetivo es intentar conseguir que se sientan satisfechos con mi fútbol.

¿Cómo está llevando el proceso de adaptación a la Liga española?

Como era de suponer, sí que hay diferencias notables entre el fútbol ruso y el español. Aquí se juega con mucha más intensidad y se produce un cambio que se nota y mucho. Y en la adaptación es en lo que estoy.

¿Qué le pide Unai Emery?

El aspecto en el que más insiste es en el trabajo que debemos hacer cuando perdemos el balón y estamos sin él. Ya que nos da libertad para atacar y arriesgar, hay que tener en cuenta los cuatro o cinco metros que quedan una vez se pierde la posesión y en los que debemos estar rápidos para intentar recuperarla.

¿Le ha llamado la atención el potencial ofensivo que tiene su equipo, con los futbolistas que juegan en su zona?

La contundencia. La transición que hay nada más robar el balón y montar un contragolpe. Tenemos jugadores que son muy rápidos y muy buenos con el balón en los pies. Y es en este punto donde creo que el Valencia marca las diferencias, porque es letal arriba.

¿Para cuándo el paso que le falta por dar, el de ser titular?

No lo sé. Eso sólo lo puede decidir el entrenador. Todo futbolista quiere jugar y formar parte del equipo, pero hay que ser consciente de la situación que se vive.