"Zorrilla tiene que ser un infierno para el Zaragoza"

Acumula usted nueve partidos sin marcar. ¿Le empieza a pesar llevar tanto tiempo de sequía goleadora?

No me estoy impacientando todavía, pero es verdad que no me siento bien, porque no estoy ayudando al equipo en la que es mi misión. Nadie puede reprocharme que no lo intento y no peleo cada balón que me llega, pero no estoy afortunado. Lo único que debo hacer es seguir trabajando para mejorar por mi bien y, sobre todo, por el del equipo.

¿Se desespera mucho por la cantidad de balonazos que le mandan sus compañeros para que usted se las ingenie en ataque?

Yo no soy un delantero que vaya fuerte por arriba. A mí me gustaría que me llegaran más balones por abajo, al pie. El nuevo entrenador quiere que juguemos más la pelota y esperemos que podamos ver el cambio el domingo, porque en Valencia se vio muy poco.

Hablando del partido en Mestalla, ¿cómo está el equipo tras la derrota el sábado?

Mal, estamos preocupados por esta situación, pero sabemos que aún tenemos tiempo para mejorar y sacar esto adelante.

Oiga, parece que los árbitros se han conjurado contra usted: no le pasan ni una. ¿Le dicen algo?

Que me tiro mucho. Es verdad que algunas veces sí que lo hago, pero otras muchas no. De la cantidad de faltas que me hacen, me pitan muy poquitas a favor. Mendilibar y ahora Onésimo me dice que esté tranquilo y que vaya a lo mío, y eso es lo que hago, pero es desesperante. Aún así, ahora me preocupa más marcar y jugar bien que los árbitros.

¿Qué ha cambiado con la llegada de Onésimo al banquillo del Valladolid?

Tiene muchas cosas parecidas a Mendilibar, es buena persona y está muy encima del jugador, aunque él tiene su propio estilo con el que quiere que juguemos. No obstante, aunque se haya cambiado de entrenador, somos los jugadores los que tenemos que sacar esto adelante. Muchas veces no hemos hecho lo que el anterior míster quería, ni el sábado tampoco, y eso nos ha costado perder partidos, y tenemos que cambiar de una vez.

Sin ir más lejos, el domingo ante el Zaragoza. Será una final casi dramática, ¿no le parece?

Sí, pero espero que Zorrilla sea un infierno para el Zaragoza. Nuestra gente tiene que entender que debe estar a muerte con el equipo durante todo el partido y no ponerse nerviosa porque en algunos momentos no juguemos del todo bien. Nosotros somos conscientes de que es una final que no debemos dejar escapar, pero la presión tiene que ser para el rival, no para nosotros, porque hay algunos compañeros que no tienen mucha confianza y lo pueden acusar.