Borrón y cuenta nueva

Veinte partidos le quedan por delante a este Celta para convencernos de que su extraordinario papel en la Copa no fue fruto de la fortuna, ni una mera casualidad. De momento, en la Liga no están saliendo a la luz (sólo esporádicamente) esas cualidades que encandilaron a media España en los partidos de El Madrigal y el Vicente Calderón.

Aparcada definitivamente la Copa, Eusebio quiere que sus futbolistas ofrezcan su mejor versión en los partidos ligueros y no sólo cuando les televisan en prime time. Con unos cuantos retoques, ese Papadopoulos que ilusiona, ese Cellerino que llega un poco pesado, esos Vila, Ortega o Danilo que vuelven a ser futbolistas, el míster tiene por delante el reto de devolver al equipo a zonas más nobles en la clasificación. O, cuando menos, a una posición en la que no te levantes todos los días con el miedo de la Segunda B en el cuerpo.

El primer escollo para esta 'Versión 3.0' del proyecto Eusebio es un viejo conocido de la familia. El Salamanca llega a Vigo sin secretos. Básicamente, porque es un equipo que se ha levantado de nuevo después de que el Celta entrase allí como los arqueólogos británicos en el Partenón. Se llevaron a Torrecilla, a Catalá, a Bustos, a Botelho. Y lo intentaron con Pelegrín, Isaac Jové, Jorge Alonso. Se dice a la orilla del Tormes que Salva Sevilla (hoy titular en el mediocentro) está en la agenda celeste. Vamos, que a Torrecilla, charro de Morille (a sólo 18 kilómetros de la capital), para sentirse como en casa sólo le falta mover la sede del Celta desde la Plaza de España a la Casa de las Conchas.

De tú a tú.

Este Salamanca de Sito, amigo cercano de Torrecilla, es un rival que gusta en Vigo, porque juega y deja jugar. Se supone que se verá un choque de tú a tú y ahí el Celta debería tener ventaja por su mayor calidad. Habrá que ver si debuta Papadopoulos, cada día más integrado y más motivado. Podría tener unos minutos. Si no, Trashorras, Aspas, Joselu y Abalo deberían bastarse para doblegar a los charros.

Eusebio Sacristán "Comenzamos una nueva dinámica"

Empezamos una nueva dinámica, ante nosotros tenemos un reto complicado y hay que ver cómo responde el equipo. Espero que los jugadores me lo sigan poniendo difícil. Los que vayan cayendo ahora serán los más débiles y los que bajen los brazos. Creo que Cellerino y Papadopoulos están en disposición de participar. Todavía están en proceso de adaptación a nuestro estilo de juego y les falta un punto en el estado de forma, pero han avanzado esta semana y ahora tendré que decidir si les doy algún minuto. El Salamanca es un rival al que le gusta tener el balón, prefieren jugarlo en corto y, por eso, espero un partido disputado. Estamos en un momento bastante bueno, pero nos falta dar un empujón hacia arriba. Vamos a intentar seguir progresando y que nos llegue la recompensa a todas las cosas que venimos haciendo bien".